En octubre del año pasado, ProInversión hizo pública la relación de ocho postores que calificaron para tratar de adjudicarse la concesión del proyecto 'Central Térmica de Quillabamba' (Cusco). Esta central complementaría el proyecto del Gasoducto Sur Peruano, pues el consorcio que lleva a cabo su construcción prevé construir el primer tramo de ese ducto, que lleve gas natural a esa central térmica, a finales del 2016. La licitación se llevaría a cabo antes de finalizar el 2015, según la entidad gubernamental.

Las empresas interesadas: Edegel, Pacahuasi Energía, Contour Global Perú, Global Power Generation, Enersur, Luz del Sur, el Consorcio Macabu II (integrado por VPOwer Engineering Limited, Quillabamba Services y Telemenia) y el Consorcio EnerCuzco (formado por Invenergy Clean Power Development Perú y Isolux Ingeniería).

Sin embargo, el 14 de diciembre ésta se postergó por tercera vez. Y con ello cambió la fecha de adjudicación de la buena pro, que estaba programada para el 13 de enero de este año, para el 30 de marzo. 


¿Por qué la postergación? 
Seis empresas eléctricas (Statkraft Perú, Termochilca, Duke Energy Egenor, Fenix Power, Kallpa Generación y Enel-Endesa), que representan cerca del 70% de la generación eléctrica en el Perú, pidieron al Ministerio de Energía y Minas que anule el proceso de promoción de la central porque consideran que su construcción elevaría la sobrecapacidad de generación eléctrica al 80% de lo que requiere la demanda (la planta tendrá una capacidad de generación eléctrica de 200 megavatios).  

Argumentaron que de continuar el proyecto se ahondarían las distorsiones en el mercado eléctrico y "se pondría en riesgo la sostenibilidad del sector eléctrico del país”. "Los sobrecostos que generará la puesta en marcha de este innecesario proyecto serán pagados por todos los usuarios de electricidad del país, siendo un claro ejemplo de una decisión que afectaría los intereses de todos los peruanos”, señalaron en la carta enviada a la ministra Rosa María Ortiz en diciembre pasado.

El plazo de la concesión tiene un plazo de 20 años, a lo que se suma el período de construcción que será de 30 meses. El proyecto incluye una subestación eléctrica y una línea de transmisión de 35 kilómetros La inversión proyectada asciende a US$180 millones.

Carlos Herrera Descalzi, exministro de Energía y Minas, confirmó a LaMula.pe que ya hay sobreoferta y que aunque las empresas hayan hecho el pedido de suspensión, la construcción de la central ya empezó y ni el ministerio respectivo ni el gobierno pueden detenerlo. "Ya hay sobreoferta de capacidad de generación eléctrica en el mercado peruano, y los precios han caído considerablemente, por lo que hacer una central más significa mayor oferta de electricidad. No obstante, el proyecto va a seguir, ya está iniciado, y habrá que esperar que con el paso de los años la demanda crezca", dice.

Como ha indicado el gobierno, esta central sería complemento del Gasoducto Sur Peruano, pero en opinión de Herrera, el Ejecutivo no ha tomado en cuenta que las plantas existentes tienen la oferta necesaria para el proyecto gasífero.