La noticia que corría como un rumor hace dos semanas se confirmó hoy: Zinedine Zidane, el primer genio del fútbol mundial que brilló con luz propia luego del retiro de Diego Maradona, se ha convertido en el nuevo director técnico del Real Madrid de España.
Más allá de la admiración que existe por "Zizou", gracias al juego que no solo desplegó en su etapa como jugador en el Madrid, sino en la Juventus de Italia y la Selección de Francia, donde lo ganó todo; la pregunta que surge es si el francés tendrá la capacidad de dirigir un cuadro laureado mundialmente como el "merengue".
Su experiencia en un banquillo se limita a la dirección técnica del Real Madrid Castilla, un equipo filial del cuadro albo que milita en la Segunda B (tercera categoría), desde el año 2014. En su primera temporada terminó en el sexto puesto de 20 equipos; y en la presente temporada iba segundo, con posibilidades de pelear el ascenso a la segunda categoría.
Antes de eso, fue director deportivo del equipo blanco, una función más administrativa. Empero, Zidane no ha dirigido a equipos de primera división. Aunque en algún momento fue asistente del italiano Carlo Ancelotti en el banquillo del Madrid, esta función es distinta a hacerse cargo de un equipo de primera. Y más como el Madrid.
En el Madrid, no solo tendrá la presión de pelear el campeonato, donde ahora marcha tercero con 37 puntos, detrás del Barcelona (39) y el líder Atlético de Madrid (41), cuando van 18 jornadas de las 38 que se deben disputar. Tiene por delante la Liga de Campeones de Europa, en cuya fase de octavos de final debe enfrentarse a la Roma italiana.
Además, deberá saber conducir a un equipo lleno de estrellas, en las que los egos sobran. Cristiano Ronaldo no se caracteriza por la sencillez, pero no es el único. La presión de la afición madridista será otro elemento.
El proyecto con Rafael Benítez, el director técnico destituido, era por tres años. Sin embargo, solo ha sido mantenido por seis meses, por obra y gracia del presidente madridista, Florentino Pérez, a quien la afición considera responsable del "mal momento" del cuadro "merengue". Puede que la decisión haya sido apresurada.
En su defensa, Zidane podría tomar como referencia el ejemplo de Matías Almeyda, quien apenas descendió River Plate al Nacional B de Argentina, lo dirigió sin haber tenido alguna experiencia previa, logrando devolverlo a la máxima categoría en solo un año. Aunque claro, ese debut fue en la segunda división. Una cosa es con la filial y otra con el primer equipo.
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