Josep Guardiola decidió no continuar en el Bayern Munich, club al que llegó en junio de 2013, tras cinco fantásticas temporadas en el Barcelona. Las razones de su decisión no son del todo claras, sobre todo cuando aún tiene mucho techo y títulos por los cuales competir.

"Me fui del Barza porque ya no podía motivar a los jugadores", dijo Pep, uno de los mejores entrenadores de los últimos tiempos, cuando dejó el cuadro catalán multicampeón, equipo con el que ya no le quedaba nada más por ganar. 

Pero la situación era distinta con el cuadro alemán. Entonces, ¿qué pasó con Guardiola en el Bayern? El semanario alemán 'Sport Bild' publicó la relación del estratega español con los dirigentes bávaros no es buena. ¿La razón? A Pep no le gusta que sea la cúpula del club la que decida los refuerzos.

En junio del 2013, en el primer mercado de pases, el entrenador les pidió un esfuerzo a los dirigentes para contratar a Neymar, quien aún jugaba en el Santos de Brasil y disputaba su futuro entre el Real Madrid y Barcelona.

Los directivos del Bayern respondieron a Guardiola que no tenían intención de entrometerse en la pugna entre los dos clubes más grandes de España y que por lo tanto no iban a realizar ninguna oferta por el crack brasileño. Pep lo aceptó pero nunca comprendió esa actitud.

“Conmigo y con Neymar juntos Brasil habría ganado el Mundial”, dijo el propio Guardiola en mayo de este año, al admitir su predilección por el astro. 

A esto se suman las versiones de que durante esta semana se comunicó con el jugador brasileño para convencerlo de firmar con el Manchester City, a donde el español arribará para convertirse en el técnico mejor pagado del mundo (25 millones al año).

El CASO VIDAL

Otro sudamericano que fue motivo de conflicto y tensión entre Pep y la dirigencia fue Arturo Vidal. El chileno arribó al Bayern luego de la Copa América 2015 por decisión de los directivos. El técnico no lo había solicitado.

Además, Guardiola había pedido que Tony Kroos no abandone el equipo, ya que lo consideraba fundamental en su esquema de juego, pero a pesar de sus tres reclamos ante el presidente del club, Karl-Heinz Rummenigge, en 2014 partió hacia las filas del Real Madrid y el que llegó fue Xabi Alonso.

Todo esto hizo insostenible la relación entre Pep y los dirigentes.

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