Viajó a Cusco para proseguir con su campaña electoral. Llevó puesta una mascaipacha en su visita a Pisac, y fue acompañado de su alcalde, Gavino Yucra Tunqui, quien, además, lo nombró visitante ilustre. Asimismo, fue hoy tendencia en Twitter, con el hashtag #AcuñaEnCusco, debido a su paso por distintas ciudades de la región. Mas esta no es la estrategia a la que nos referimos con el título.
Si para cierto tipo de elector bastase saber las denuncias que rodean las gestiones y la misma persona de César Acuña para no confiarle su voto -acusación de maltrato a su esposa, indebido uso del dinero público, de crear una red de empresas para obtener licitaciones en Trujillo, usar locales de su universidad para producir material de campaña, etc.-, para otro importante sector del electorado todo ello no es relevante, ni esencial.
Las regiones
En los últimos mensajes proselitistas, Acuña está intentando capitalizar algunas contradicciones e inequidades nacionales, en especial la de la provincia versus capital, y todas sus implicancias sociales y económicas. Por ejemplo, ayer que estuvo en Cusco dijo: "Creo que los peruanos están buscando a un provinciano, a un emprendedor". Y en otro momento afirmó: “Soy ese candidato provinciano, que vengo de abajo y me hice lo que soy en base a educación y trabajo honrado. Soy el candidato de los gobiernos regionales y locales”.
Hoy, en la misma región, lo dijo en otros términos: "Tenemos que revertir el manejo del presupuesto central. La verdadera descentralización se hará cuando el presupuesto lo manejen las regiones y los gobiernos locales". Y con los vientos de demagogia usuales en estos días electorales agregó: "Los municipios están cerca del pueblo". Este es un discurso que se emparenta con la actual visión del presidente de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales, Nelson Chui.
El fin de este discurso no pretende solo azuzar la experiencia de las diferencias sociales y económicas que viven los electores en nuestro país; ni exclusivamente ostentar la experiencia que posee Acuña en gestión pública -y el halo de irregularidades que acompaña a la pericia que suele pregonar-, sino que busca explicar (y mostrar) el apoyo progresivo que su partido Alianza Por el Progreso (APP) está recibiendo; según él, son más de 30 movimientos regionales de distintas partes del país los que ya están alineados con APP, y, junto a ello, los ciudadanos que se siente representados con dichos movimientos.
Importantes líderes políticos y funcionarios han hecho público su apoyo: César Villanueva, exprimer ministro y exgobernador regional de la región San Martín; Yamila Osorio, gobernadora regional de Arequipa, y de la misma zona, el congresista Marco Falconí y el exministro de Agricultura, Carlos Leyton, quien tiene su movimiento político "Compromiso" -aunque la alianza no se ha concretado-. Por otro lado, hoy se reunió con Edwin Licona, gobernador regional de Cusco, y con su alcalde, Carlos Moscoso, en busca de concretar nuevas y convenientes alianzas.
¿Esta estrategia de construir redes regionalistas tendrá un efecto en la intención de voto a su favor? Si bien por un lado Acuña personaliza esta fe en lo que las regiones pueden hacer, también está dejando claro que más allá de su visión descentralista, está ostentando que importantes líderes quieren estar cerca de él.
Solo esperemos que en aras de su 'coherencia política', no utilice, de forma convenida, términos como provincia, interior, capital, para luego hablar de regiones y gobiernos locales.
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