(LaMula.pe desde París) Hoy empezó la segunda semana de negociaciones de la COP21 que se lleva a cabo en París. Ministros y negociadores han retomado el debate en torno al documento aprobado el viernes pasado, que en opinión de muchos observadores y negociadores que han preferido el anonimato es uno débil y con algunos temas pendientes.

 Todo empezó con una reunión de líderes de alto nivel. El presidente de la COP21 y ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Laurent Fabius, afirmó que “esta semana es la semana de la esperanza y que ha llegado la hora de tomar decisiones y todos los países debemos adoptar un acuerdo universal para frenar al cambio climático, porque la vida en el planeta depende de ello”. 

Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, fue optimista: “En todo el mundo y en todos los sectores hay un fuerte apoyo a un acuerdo universal en París". En tanto, la secretaria de Cambio Climático de la ONU, Christiana Figueres, enfatizó: “Les toca a ustedes lograr un acuerdo que garantice la vida en la Tierra y salvaguarde a los más vulnerables”. A ellos se sumaron representantes de los bloques negociadores.

¿Qué dijeron los funcionarios más importantes de la ONU y la COP21, y los bloques que participan en las negociaciones? Veamos:

Ban Ki-moon exhortó a los negociadores e hizo hincapié en que el futuro del planeta está amenazado: "Aquí en París tenemos la ocasión única de forjar nuestro propio destino. La cuestión climática es un gran peligro para la humanidad, imposible de ignorar”.

“Les pido a todos los ministros y negociadores, unidos por un fin y una lógica comunes, cooperar para que se garanticen nuestro futuro común y el de nuestro hogar", señaló. Además, subrayó que los países desarrollados deben ponerse de acuerdo, y los países en desarrollo necesitan asumir su creciente responsabilidad, de acuerdo con sus capacidades. "Los países desarrollados deben asumir su responsabilidad histórica y reunir US$100 mil millones antes y después del 2020” para financiar el Fondo verde que apoye a los países menos desarrollados a adaptarse.

Por su parte, Christiana Figueres, secretaria general de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), les dijo a los negociadores: “Ahora les toca a ustedes ofrecer un acuerdo que proteja a los más vulnerables y desate toda la fuerza de humanidad hacia la prosperidad para todos, como una pieza central para el futuro sostenible”.


Países y bloques

Para el delegado de la Unión Europea, el acuerdo de la COP21 debe ayudar a los países especialmente vulnerables a adaptarse a los impactos del cambio climático. “Nuestro mensaje a los países más vulnerables es muy claro: pueden contar con la UE. Somos líderes mundiales en proveer financiamiento climático, con más de la mitad del total de las finanzas climáticas del mundo.”

– “La UE llegó a París con un objetivo claro. Concluir un acuerdo ambicioso, justo, incluyente, dinámico y duradero, y jurídicamente vinculante que detenga el cambio climático.”

El representante de Tuvalú afirmó que sería moralmente vergonzoso para la humanidad no llegar a un acuerdo legalmente vinculante. No queda tiempo tiempo para la discusiones retóricas o negociaciones en paralelo. "Debemos transformar la economía mundial a una vía global de las energías renovables”, subrayó.

El Grupo Africano recordó que África es el menor contribuyente a las emisiones globales, pero es el país más afectado por el cambio climático y más vulnerable a sus efectos. “El nuevo acuerdo también debe potencializar la implementación de la convención, evitar reescribir o reinterpretarla, y estar en conformidad con sus disposiciones y principios, en particular el principio de la equidad, las responsabilidades comunes pero diferenciadas y capacidades respectivas”, detalló.

Para la Alianza de los pequeños Estados insulares, “la COP21 será la última oportunidad de sellar el acuerdo que necesitamos desesperadamente. Si queremos evitar los peores impactos del cambio climático, no tenemos otra alternativa que tomar una acción decisiva ahora. Las pérdidas y daños deben ser una parte independiente del acuerdo”.

Mientras, G77 + China señaló que muchas de las contribuciones presentadas por la mayoría de países miembros de la convención muestran la acción ambiciosa que tienen la intención de tomar en el período posterior al 2020. "Muchas de estos INDC incluyen medidas de adaptación que vamos a tener que tomar como resultado de las emisiones históricas de los países desarrollados”.

¿Y qué dice la sociedad civil?

Según Greenpeace y otras organizaciones no gubernamentales que participan como observadoras hay voluntad de llegar a un acuerdo, pero no puede confiarse en que éste se produzca.

El portavoz de Greenpeace, Martin Kaiser, valora que haya un ambiente “constructivo” pero considera que este no garantiza que se llegue a un acuerdo “decente”. Por último, los activistas han denunciado maniobras bloqueadoras de países ricos en petróleo, como Arabia Saudita, contrarios al abandono de los combustibles fósiles que implica el avance hacia sociedades bajas en carbono. Nada sorprendente, por otro lado.

Aún así, las actitudes obstruccionistas no son el verdadero problema. El principal obstáculo radica en la falta de compromiso por parte del resto. Aunque poner al mundo de acuerdo sobre cualquier tema es realmente complicado. Esta vez, sin embargo, estamos condenados a entendernos.

“El riesgo de un camino de unos 3°C sería el resultado de aplicar las Contribuciones Nacionales (iNDC, por sus siglas en inglés) tal como fueron presentadas. [Un menor aumento de temperatura al 2050] sólo ocurrirá si estas iNDC son financiadas, y si todas ellas se implementan. Y eso simplemente, no es suficientemente bueno”, mencionó Mohhamed Adow de la ONG Christian Aid.

Un “paquete” para los más vulnerables. Adow señaló que “el proceso para lograr el acuerdo debe combinar varios componentes en un “paquete solidario” que sume las metas de mitigación con los mecanismos de adaptación para los más pobres y vulnerables. Esto a su vez debe incluir el financiamiento de pérdidas y daños de manera tal que pueda proveer seguros climáticos para ayudar a los países pobres a adaptarse a los vastos efectos del cambio climático.”

El vocero comentó que no se entiende qué significan los conceptos de neutralidad climática o descarbonización de la economía global, y que si se apuntara a un objetivo de “cero emisiones globales para el 2060 – 2080”, para entonces ya sería demasiado tarde. “Estas formulaciones son las bases para la negociación climática y deberían estar mucho más claras. No son las “señales fuertes” que esperamos ver para el final de la COP21.”, puntualizó.