"Se ha institucionalizado la corrupción en el fútbol mundial". Con esta frase, la fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch, resumió el nuevo capítulo del escándalo en la FIFA, que incluyó la imputación formal de 16 nuevas personas, entre ellas el extitular de la FPF, Manuel Burga, implicadas en el pago de más de US$200 millones en sobornos y comisiones ilegales.
"A todos lo que piensan que pueden evadir la Justicia, sepan que no lo lograrán", agregó la reputada magistrada, en lo que pareció ser una alusión a Burga, quien aún no ha sido detenido, pese a que algunos medios internacionales reportaron que esta entre los 10 directivos de la FIFA que fueron arrestados este jueves en Zúrich.
Pero, ¿de qué acusan las autoridades de EEUU a Burga y los otros 15 imputados? Según el acta de acusación que se presentó ante la Justicia federal de Brooklyn (Nueva York) son en total 92 cargos por el que deberán responder estas personas ante la justicia estadounidense.
Los más graves cargos que pesan sobre los imputados de la Conmebol y la Concacaf son lavado de dinero, chantaje, soborno y fraude. De hecho, los presidentes de este dos bloques, Juan Ángel Napout y Alfredo Hawit fueron detenidos en Zúrich. “Ahora estamos trabajando para extraditarlos a Estados Unidos (Napout y Hawit), y a los demás acusados”, anunció la fiscal.
"Entre 1991 y hoy, han solicitado los involucrados coimas y sobornos por más de 200 millones de dólares", recordó Lynch, tras señalar que todos los acusados serán extraditarlos a Estados Unidos. “Comprobamos sobornos para elegir sedes y derechos televisivos en torneos de Sudamérica y Centroamérica”, agregó la fiscal.
¿Qué le espera Burga?
El paso previo al proceso de extradición que solicitará Estados Unidos es la detención de los imputados. Oficialmente, hasta ahora se sabe que solo Napout y Hawit están bajo arresto. De proceder la extradición, los acusados serán juzgados bajo el régimen de la Ley RICO (Racketeer Influenced and Corrupt Organization), la más severa de ese país, que fue creada en los 70 para luchar contra organizaciones criminales.
Abarca más de 30 delitos y cualquier miembro de una empresa criminal, en este caso la FIFA, que haya cometido al menos dos de ellos puede pasar 20 años en prisión, además pierde todas sus propiedades.
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Foto de cabecera: EFE