(LaMula.pe desde París) Aproximadamente el total de la superficie forestal cubre el 30% de la superficie terrestre de nuestro planeta, casi 40 millones de km2 (6,200 m2 por persona). Europa representa un cuarto del total de la superficie forestal (Rusia lidera la cantidad de bosques), seguida por Sudamérica (Brasil) y América Central y del Norte. Sudamérica es la región con mayor porcentaje de cubierta forestal (la mitad de la superficie de las tierras) en tanto que Asia es la región con un menor porcentaje de cubierta forestal.

Sin embargo, ya sabemos, la deforestación está a la vuelta de la esquina, aunque también es cierto que muchos gobiernos -en alianza con la poblaciones originarias, entidades multinacionales, empresas privadas y organizaciones civiles- han logrado que el ritmo anual de pérdida neta de superficie forestal disminuya.

Cerca de 1,600 millones de personas dependen de los bosques para sus subsistencia. Estos producen numerosos bienes, muchos de ellos con valores concretos en los mercados, tales como la madera o los productos farmacéuticos.

Los bosques y la COP21

El segundo día de la COP21 tuvo muchas sesiones sobre los bosques, y especialmente un anuncio fundamental. Casi un centenar de los más de 180 países que presentaron contribuciones nacionales a Naciones Unidas para el nuevo acuerdo climático que se prevé aprobar en París prometieron reducir emisiones mediante la preservación o restauración de su masa forestal. Entre los Estados que aseguraron su compromiso se encuentran la mayoría de los latinoamericanos presentes en la cumbre.

Dieciséis jefes de Estado y Gobierno de los países que más bosques poseen y algunos desarrollados han creado una alianza para situar el bosque en el centro de las soluciones al cambio climático. En una declaración conjunta, Alemania, Noruega y Reino Unido se comprometieron a reunir US$5,000 millones entre el 2015 y el 2020 si los países con más bosques miden, reportan y verifican reducciones de emisiones procedentes de la conservación o restauración de sus masas forestales. El objetivo es lograr “una acción fuerte, colectiva y urgente” para promover el desarrollo sostenible deteniendo y revirtiendo la deforestación.

“Nuestro objetivo a ayudar a los países que están en pleno progreso económico a que reduzcan la deforestación”, incidió Karsten Sach, director de Política Internacional del Ministro de Medio Ambiente alemán.

Estos y otros compromisos se anunciaron durante los eventos paralelos y plenarios de la Agenda de Acción Lima-París (LPAA, por sus siglas en inglés), que involucra a actores estatales y no estatales de manera cooperativa para apoyar el nuevo acuerdo global sobre cambio climático que los gobiernos esperan alcanzar en París.

Muchos países forestales han incluido compromisos para reducir las emisiones provenientes de los bosques en sus planes nacionales de cambio climático. Los gobiernos, empresas, organizaciones de sociedad civil y los pueblos indígenas ya están tomando medidas para conservar y restaurar los bosques con el fin de reducir las emisiones, construir resiliencia, proteger la biodiversidad y apoyar los medios de vida sostenibles.

Compromisos

El Perú ha incluido la protección de 130 millones de hectáreas de terreno amazónico como parte de su política nacional de conservación.

“Los países con grandes extensiones de bosques en alianza con otros gobiernos, el sector privado y la sociedad civil acordamos en París incrementar los esfuerzos internacionales para eliminar la deforestación y la degradación de la tierra”, subrayó el ministro del Ambiente, Manuel Pulgar Vidal. Como se sabe, la contribución  del Perú plantea un 30% de reducción de emisiones en el 2030 respecto a lo que hubiera sido el crecimiento normal mediante el manejo sostenible de su masa forestal, entre otras acciones.

"El éxito de la LPAA y su área de acción en materia de bosques se basa en sinergias efectivas entre los actores estatales y no estatales, entre la inversión y la gestión forestal – todos juntos reunido detrás de un objetivo común: los bosques manejados de manera sostenible", dijo Pulgar -Vidal.

Además, el gobierno de Noruega oficializó el aporte de alrededor de US$5 millones para la conservación de bosques en el Perú, en el marco del convenio firmado el año pasado. Como se sabe, en setiembre del 2014 ambos países suscribieron un acuerdo marco dotado con US$300 millones de fondos para proteger la Amazonía en función del cumplimiento de metas establecidas por el gobierno peruano.

México se ha comprometido a expandir su iniciativa para disminuir las emisiones forestales a otros 6 millones de hectáreas con el apoyo internacional, dentro de una visión de ampliar sus esfuerzos para incluir el resto del país.

En tanto, Guatemala se comprometió a restaurar 140 millones de hectáreas de bosques con una inversión de entre 80 y 100 millones por año.

Asimismo, se revisaron algunas de las contribuciones nacionales (INDC por sus siglas en inglés) de países que incluyen temas de deforestación, tales como Brasil, Indonesia, Paraguay o Colombia.

Noruega continuará brindando apoyo financiero al Fondo Amazónico de Brasil en aproximadamente los niveles actuales hasta el 2020, si Brasil continúa cumpliendo sus ambiciones. Este país, junto con Alemania, Reino Unido y Colombia firmaron un Memorándum de Entendimiento (MoU) que incluye disposiciones para más de US$100 millones en pagos para la reducción de emisiones verificadas.

Estos últimos anuncios siguen una serie de desarrollos prometedores durante los últimos dos años. La comunidad internacional se ha comprometido con metas ambiciosas para la conservación y restauración de los bosques, incluso bajo los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2015. Además, muchas empresas líderes se han comprometido a crear cadenas de suministro ‘libres de deforestación.’


El sector privado se ha comprometido a acabar con la pérdida del bosque natural al 2030. Para ello, se ha propuesto alcanzar emisiones netas en deforestación para antes del 2020 dentro de sus cadenas agrícolas de producción como aceite de palma, soja, papel y productos cárnicos.

Las empresas de productos de consumo Marks & Spencer y Unilever firmaron un nuevo compromiso de priorizar el abastecimiento responsable en los principales productos básicos, entre ellos la palma de aceite, la carne de res y el papel.

En tanto, Mondelez (ex-Kraft Foods) se ha comprometido a invertir US$400 millones en la próxima década para apoyar la producción de cacao sostenible con deforestación neta cero en África.

Por su parte, Itaipú Binacional, la mayor hidroeléctrica del mundo, se ha comprometido a restaurar bosques degradados en la zona de influencia de la represa que gestiona como parte de una asociación público-privada con el gobierno de Paraguay para restaurar y conservar 1M hectáreas en 2030.

Los pueblos indígenas y la sociedad civil también se han implicado en estos compromisos. Han presentado la construcción del Fondo Indígena del Amazonas para promover una Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de los Bosques (REDD+) que apoye a las comunidades, y la sociedad civil está construyendo indicadores para monitorear el progreso de acabar con la deforestación.

LaMula.pe conversó en la COP21 con algunos representantes de los pueblos indígenas, quienes -ya sabemos- son tal vez los mejores guardianes de los bosques y a ellos debemos agradecerles el aire que respiramos, claro, el no contaminado. "Es cierto, el gobierno peruano está actuando para cuidar los bosques. También es cierto que las comunidades hacen quema pero hay que considerar que no hay financiamiento para ellas. Nosotros podemos administrar cualquier ayuda financiera en beneficio de nuestros bosques, y estamos dispuestos a trabajar con cualquier institución o empresa que realmente quiera proteger nuestro futuro", dijeron, a la vez que alertaron su preocupación por la tala ilegal y la deforestación y contaminación generada por las empresas extractivas.