La terna final para el galardón de Entrenador de Año de la FIFA trae una sorpresa: el argentino Jorge Sampaoli, actual seleccionador de Chile, y la completan los españoles Luis Enrique (Barcelona) y Pep Guardiola (Bayern Múnich), anunció este lunes en máximo organismo del fútbol internacional.
Luis Enrique, en su primera temporada al frente del Barcelona, logró el segundo "triplete" en la historia del club: Liga de Campeones de Europa, Liga española y Copa del Rey.
Pep Guardiola, que ya ganó el galardón en 2011, logró la Bundesliga.
Jorge Sampaoli llevó a Chile a ganar la Copa América 2015, la primera de su historia, siendo además su selección la más goleadora del certamen.
El argentino, quien no jugó fútbol profesional, inició su carrera como técnico en su natural de Casilda (provincia de Santa Fe) en 1994, pero su primer club profesional en dirigir fue en Perú.
Era el 2002 cuando llegó al Juan Aurich de Chiclayo. No le fue bien en el norte. Y a mitad de año llegó al Callao, para dirigir al Sport Boys. Se quedó hasta el 2003. El 2004 llegó al Bolognesi de Tacna, donde hizo una gran campaña, incluso llevó por primera vez al equipo a una Copa Sudamericana.
La 'camita celeste'
En el 2007, Sampaoli llegó a Sporting Cristal. Era su primer club grande en el Perú, pero dejó el cuadro del Rímac antes de que se acabe su contrato por malos resultados: ganó 4 partidos de 17, pero no porque fuera un mal técnico. Al contrario.
Era un entrenador trabajador, disciplinado, prolijo, minucioso y hasta obsesivo para algunos. Su 'perfil' colisionaba con el del jugador peruano promedio.
En su reciente biografía, escrita por el periodista chileno Pablo Esquivel, Sampaoli confesó que sufrió un complot por parte de algunos jugadores celestes. "Yo pedí sacar algunos jugadores que contagiaban con su desánimo a los demás, pero los dirigentes no lo hicieron. Me faltó apoyo de ellos. A los pocos meses me tuve que ir del equipo", dijo.
El resto de la historia es conocida. Sampaoli es ahora campeón de América, y es finalista a Entrenador del Año de la FIFA, mientras que la selección peruana tiene 33 años sin ir a un Mundial y nuestro fútbol sigue sumido en el caos y la mediocridad.