Desde el año pasado, en las reuniones previas a la COP20, todos los involucrados en la lucha contra el cambio climático lo dijeron: es urgente tomar medidas contra este fenómeno que afecta  a todo el mundo. Desde entonces han surgido muchas iniciativas gubernamentales, privadas y desde la sociedad civil. Aun así, hay quienes consideran que hacer esto va en contra del crecimiento de su economía o de sus inversiones.

El Banco Mundial (BM) acaba de publicar Shock Waves: Managing the Impacts of Climate Change on Poverty (Grandes cataclismos: Cómo abordar los efectos del cambio climático en la pobreza), un informe que advierte que las personas pobres ya tienen un alto riesgo de sufrir efectos negativos relacionadas con el clima, como, por ejemplo, la pérdida de cosechas debido a menores precipitaciones, alzas en los precios de los alimentos después de fenómenos meteorológicos extremos y una mayor incidencia de enfermedades después de olas de calor e inundaciones.

De no aplicarse medidas rápidas y efectivas para evitarlo –anota– el cambio climático provocará que antes del 2030 el número de personas en situación de pobreza en todo el mundo crezca en 100 millones.

Los más pobres están más expuestos que la población promedio a la mayoría de las perturbaciones relacionadas con el clima, como inundaciones, sequías y olas de calor, y cuando se ven afectados, pierden una mayor proporción de sus riquezas.  

"Este informe expresa con claridad que será imposible poner fin a la pobreza si no adoptamos medidas firmes para reducir la amenaza del cambio climático y disminuir radicalmente las emisiones nocivas. Los pobres son quienes más se ven afectados por el cambio climático, y nuestro desafío en este momento es proteger a decenas de millones para evitar que caigan en la pobreza extrema debido al cambio climático", señaló Jim Yong Kim, presidente del Grupo Banco Mundial, al presentar el documento. 

Para los investigadores del BM, la agricultura será el principal impulsor de cualquier aumento en la pobreza. Los estudios de creación de modelos sugieren que el cambio climático podría provocar pérdidas en los rendimientos globales provenientes de los cultivos, que podrían llegar a ser de hasta el 5% antes del 2030 y del 30% antes del 2080. Los efectos sobre la salud (mayor incidencia del paludismo, de la diarrea y de los retrasos del crecimiento) y sobre la productividad del trabajo son otros impulsores s significativos.

Por otro lado, el impacto del cambio climático sobre los precios de los alimentos en África podría llegar al 12% en el 2040 y al 70% para el 2080.

En los 52 países acerca de los que hay datos disponibles, el 85% de la población vive en países donde los pobres se ven más expuestos a la sequía que el promedio. Además, también están más expuestos a temperaturas más elevadas y viven en países en donde se estima que, debido al cambio climático, la producción alimentaria será menor.

El informe plantea poner en práctica iniciativas de desarrollo que mejoren la resiliencia de los pobres. Esas iniciativas pueden incluir, por ejemplo, fortalecer las redes de seguridad social y la cobertura de salud universal, así como medidas relacionadas específicamente con el clima que ayuden a enfrentar el cambio climático, como mejores defensas en caso de inundaciones, sistemas de alerta temprana y cosechas resistentes al clima.

Al mismo tiempo, se expresa que es necesario dar un fuerte impulso a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a fin de eliminar la amenaza a largo plazo que el cambio climático representa para la reducción de la pobreza. Esos esfuerzos de mitigación deberían ser diseñados para garantizar que no representen una carga para los pobres. Por ejemplo, lo que se ahorre al eliminar los subsidios a los combustibles fósiles podría reinvertirse en planes de ayuda a las familias pobres para que estas puedan afrontar los mayores costos de los combustibles.

De hecho, economía y cambio climático, o pobreza y cambio climático, será uno de los principales temas sobre los que se reflexionará en la próxima COP21 de París. 


(Foto: EFE)