Las reacciones en las redes sociales ante el comunicado que el pasado lunes 19 emitió el Sodalicio de Vida Cristiana, en el que se limitaba a calificar como "inconductas" las múltiples denuncias de abuso sexual dentro de su institución, habría hecho que dicha comunidad católica ceda y publique otro documento, en el que considera "insuficiente" el anterior y deslinda de su fundador, Luis Fernando Figari.
En la nueva publicación, el Sodalicio reconoce que las denuncias, hechas públicas a raíz de la publicación del libro Mitad monjes, mitad soldados del periodista Pedro Salinas, "son hechos de maltrato e incluso abuso sexual", ante los cuales expresa su condena.
"Nos duele y avergüenza profundamente que hechos así hubieran podido ser cometidos por Luis Fernando Figari, fundador y por muchos años también Superior general de nuestra comunidad", afirma, con lo que la institución parece sacar el cuerpo de quien fuera su cabeza.
El documento expresa que el libro de Salinas, escrito con la colaboración de su colega Paola Ugaz "recoge testimonios variados que son verosímiles y que deben ser esclarecidos exhaustivamente", y que exmiembros del Sodalicio han afirmado "haber sido víctimas de abusos de diversa índole por parte de Luis Fernando Figari".
Aunque indica que Figari ha afirmado ser "inocente de toda acusación" no ha rendido hasta la fecha "declaraciones públicas como sería su obligación moral". También informa que el Superior general del Sodalicio, Alessandro Moroni Llabrés, "ha comunicado todas estas cosas a las autoridades eclesiáticas pertinentes, y sabemos que ellas están llevando adelante una investigación".
A pesar de los golpes de pecho, el Sodalicio no reconoce que en el anterior comunicado omitió decir que Figari viajaba entre Lima y Roma entre los años 2010 y 2014, y que nunca dio cuenta de sus delitos.
COMISIÓN AD HOC CON EXPERTOS EXTERNOS
Para no quedarse en las palabras, el Sodalicio propuso en su comunicado la creación de una comisión ad-hoc "con participación de expertos externos a nuestra institución, que pueda salir al encuentro de cualquier persona que haya podido ser afectada".
"Nos comprometemos a investigar exhaustivamente hasta esclarecer la verdad de los hechos que son intolerables, porque implican un grave sufrimiento de personas que confiaron en nuestra institución y traicionan nuestros valores más profundos", expresa el documento.
Asimismo, "pedimos perdón de todo corazón, y les ofrecemos nuestra ayuda en lo que sea necesario", además de comprometerse a colaborar "con las autoridades civiles y eclesiáticas". "Tenemos un gran desafío por delante (...) que implica poner todos los medios para que algo como lo que se ha denunciado nunca suceda en nuestra institución", finaliza.
A diferencia del comunicado del lunes 19, firmado por el asistente general de Comunicaciones, Fernando Vidal Montellanos, este documento del jueves por la noche es firmado por el mismo Moroni Llabrés.
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