Al comenzar el período congresal 2011-2016, la bancada de Gana Perú, del presidente Ollanta Humala, contaba con 47 parlamentarios de 130. Una mayoría simple que, junto a sus aliados (tácitos) de Perú Posible, podía manejar el Congreso sin problemas.
Sin embargo, a solo nueve meses de finalizar este quinquenio, solo tiene 29 integrantes.
¿Cómo fue que se quedaron sin los otros 18?
La historia de esta fuga masiva, nunca antes vista en la historia republicana, comenzó en marzo del 2012, cuando Palacio de Gobierno decidió separar de la bancada al cajamarquino Jorge Rimarachín, debido a sus críticas al régimen por el viraje que dio respecto al polémico proyecto minero Conga.
Poco después, a inicios de junio de ese año, quien se fue sin que la boten fue Verónika Mendoza. La ahora precandidata presidencial en las internas del Frente Amplio decidió renunciar luego de la convulsión social en la provincia cusqueña de Espinar, cuyos habitantes estaban en contra de la minera Xtrata Tintaya, y que terminó con cinco muertes.
A las 24 horas también se fueron Javier Diez Canseco y Rosa Mavila, que ya tenían diferencias con el giro a la derecha que venía dando el gobierno de Humala. Ahora Gana Perú tenía 43 parlamentarios.
La calma se mantuvo por casi dos años, pero en julio del 2014 se dio una fuga masiva. La causa: la imposición de Ana María Solórzano como candidata del oficialismo a la nueva directiva del Congreso. En conferencia de prensa, anunciaron su retiro de Gana Perú los parlamentarios Justiniano Apaza, Juan Pari, Claudia Coari, Nathalie Condori, Esther Saavedra y Amado Romero (conocido como "come oro"). Al mes siguiente se retiró Jaime Delgado, y juntos conformaron una nueva bancada: "Dignidad y Democracia". Y para colmo de males, el oficialismo se quedó con 36 parlamentarios, uno menos que el fujimorismo.
Quien siguió con las renuncias fue Roberto Angulo, quien al igual que Delgado, discrepaba del gobierno en su intención de obligar a los trabajadores independientes a afiliarse a una AFP.
La renuncia más significativa llegó en enero del 2015. Sergio Tejada, expresidente de la comisión del Congreso que investigó el segundo gobierno de Alan García, y que descubrió los "narcoindultos", decidió alejarse luego de sus discrepancias con la insistencia del gobierno en seguir adelante con la "Ley Pulpín", que restaba derechos laborales a los jóvenes de entre 18 y 24 años. Rogelio Canches siguió los pasos de Tejada ese mismo mes.
Los últimos en irse por su propia voluntad, también durante este año, fueron Celia Anicama (recordada por el caso "robacable") y Wilder Ruiz. En el caso de Omar Chehade y Cenaida Uribe, no fue necesario que renuncien: su propia bancada los acaba de expulsar. No importó que Chehade fuera abogado de Humala en el caso Madre Mía; y que Cenaida Uribe, gloria del deporte nacional, acompañara al nacionalismo desde 2006.
Si no fuera porque falta poco para que acabe este quinquienio, a este paso, la bancada nacionalista tendría que juntarse con otros parlamentarios para no dejar de ser una bancada.