Después de que el Papa Francisco abogara por Kelly Gissendaner, condenada a morir por el asesinato de su esposo hace 18 años, fue ejecutada la madrugada de este miércoles siendo la primera mujer en cumplir la pena de muerte en los últimos 70 años dentro del Estado de Georgia. 

La medida se realizó por medio de la polémica inyección letal en la prisión de Diagnóstico y Clasificación de Georgia en Jackson. 

Y a pesar de que se presentaron tres solicitudes de suspensión de la ejecución, la Corte Suprema de los Estados Unidos las denegó y procedió a cumplir con la condena. 

Al respecto, Susan Casey, la abogada de Gissendaner, señaló que los hijos de la condenada se encontraban 'destrozados' por la pena:

"Le pedimos a la junta 24 horas adicionales para que pudieran visitar a su madre. Eso fue rechazado".

La petición de la Iglesia

El Papa Francisco envió una carta a la Junta de Libertad Condicional de Georgia pidiendo que le perdonaran la vida a Gissendaner. El Sumo Pontífice hizo llegar su petición por medio del arzobispo Carlo María Vigano:

"Como representante personal de Su Santidad hago una petición urgente en su nombre para que se le cambie la pena de muerte a la señora Kelly Gissendaner, cuya ejecución está programada para este martes".

Además, la misiva hace referencia a las palabras de Francisco en el Capitolio de los Estados Unidos cuando dijo estar convencido de abogar por la disolución mundial de la pena de muerte. Es así que Vigano continuó:

"No queremos minimizar la gravedad del crimen por el que se condenó a la señora Gissendaner y simpatizamos con las víctimas, pero no obstante les imploro, considerando las razones que se les han presentado como junta, que le cambien la sentencia por una que exprese mejor la justicia y la piedad".

Cabe resaltar que Kelly Gissendaner de 47 años de edad, fue sentenciada a muerte por el asesinato de su esposo cometido en 1997, en el cual buscó la ayuda de su amante, Gregory Owen para que realizara el crimen. 

La respuesta de las autoridades

Según Danny Porter, fiscal de distrito del condado de Gwinnett, Georgia, la decisión de su equipo siempre estuvo argumentada:

"La naturaleza del crimen justificaba que el estado pidiera la pena capital. El jurado estuvo de acuerdo con esto. En los años que han transcurrido, no hemos tenido ninguna razón para cambiar nuestra posición sobre eso".

Cabe señalar que la ejecución de Gissendaner se suspendió en dos oportunidades a lo largo del presente año. 

La primera vez fue aplazada por una tormenta invernal que azotaba la localidad. Mientras que en la segunda oportunidad fue cancelada por la controversia en torno al cóctel letal de drogas usado por el Estado para ejecutar a los condenados a muerte. 

(Foto de cabecera: philly.com)