A pesar de que los principales líderes políticos- como Nadine Heredia, Pedro Pablo Kuczynski, César Acuña y Alejandro Toledo- han mostrado su apoyo a la reforma de la ley electoral, sus representantes legislativos tienen una postura distinta.
Si bien es cierto que se han aprobado importantes modificaciones como la pérdida del curul (por condena de narcotráfico, trata de personas, terrorismo y lavado de activos), la ventanilla única para revisión de antecedentes, las restricciones para evitar el abuso del mecanismo de Revocatoria, y la no reelección de alcaldes y gobernadores, lo cierto es que aún hay temas pendientes en la agenda legislativa.
Del mismo modo, hay algunas modificatorias que las bancadas del Congreso, simplemente, no quieren aprobar. Y esos cambios son justamente los más importantes: la elimación del voto preferencial, el financiamiento de partidos, la supervisión y control de los comicios internos, entre otros,
El diario La República lo resume así:
imagen: la República
Basta leer las declaraciones de las principales figuras parlamentarias, para entender que el liderazgo de nuestros políticos (muchos de ellos con proyección electoral para el 2016) no tiene eco en sus correligionarios o, para decirlo con más claridad, es nulo.
Mauricio Mulder, por ejemplo, tiene una postura crítica sobre la propuesta del financiamiento público:
"[Refiriéndose al Apra] nunca hemos necesitado plata del Estado y de nuestros recursos privados sí rendimos cuenta".
Por su parte, Daniel Abugattás (Gana Perú) se mostró en contra de que el Estado entregue dinero a los partidos políticos:
"Se debe asignar una cantidad por partido y pagar directamente a los medios que el partido decida utilizar, pero entregar dinero público a una entidad privada para que lo use a su regalado antojo... primero que es anticonstitucional y, segundo, es promoción de la corrupción".
Sobre este financiamiento público (contemplado en la Ley de Partidos Políticos promulgada en el 2003), hay que señalar que la modificatoria contempla sancionas drásticas para los partidos que no cumplan con presentar sus estados financieros o brinden información falsa. Una normativa similar aplicaría para los aportes económicos privados.
Ahora bien, a pesar de que Nadine Heredia, en su calidad de presidenta del Partido Nacionalista, ha saludado las modificatorias de la norma electoral, su 'escudero' y a la par presidente de la Comisión de Constitución, Fredy Otárola, cambió algunos aspectos relevantes del dictamen presentado a inicios de setiembre.
Antes de los cambios, el dictamen incluía una escala de faltas y sanciones por anomalías en el manejo de los fondos públicos. Asimismo, en los últimos dictámenes no se menciona nada sobre el control y la fiscalización de los fondos privados que reciben las agrupaciones políticas.
A su vez, uno de los aspectos más cuestionados de la contrarreforma congresal es el incremento de 20% a 25% del número de candidatos invitados, es decir, sin la obligatoriedad de someter su postulación a comicios internos.
Como sabemos, muchos de estos son elegidos a dedo por las cúpulas de un partido o por el séquito del líder (en muchos casos, la designación es un 'premio' a sus contribuciones económicas). Esto no hace más que generar pugnas en los propios militantes que, en algunos casos, derivan en enfrentamientos y agresiones físicas.
No olvidemos, además, que en relación a las candidaturas presidenciales, las elecciones internas son, en la mayoría de casos, un saludo a la bandera porque solo hay un candidato.
Como vemos, el panorama no es prometedor. Y claro, el presidente Ollanta Humala prefiere no tocar este tema. Tiene otras preocupaciones en la cabeza.
[Foto de portada: Andina]
