Chanel Chartell y Stevo Dirnberger hicieron noticia al renunciar a sus trabajos en una agencia de publicidad en su natal Sudáfrica a inicios de este año para viajar por el mundo y documentar su experiencia a través de las redes sociales. Pero lo que parecía el sueño de sus vidas estuvo a punto de convertirse en una verdadera pesadilla de no ser por su resiliencia y ganas de seguir viviendo el día a día. 

Más seis meses después de haber iniciado su odisea (actualmente se encuentran en Atenas, habiendo viajado unos 25.000 kilómetros hasta ahora), publicaron un post en su blog titulado “Por qué renunciamos a nuestros trabajos en publicidad para limpiar inodoros” en el que dan a conocer “el lado más feo” de su experiencia.

la joven pareja sudafricana documenta sus aventuras por el mundo en su cuenta de instagram. actualmente se encuentran en atenas, grecia.

“El presupuesto es muy ajustado, y definitivamente nos vemos forzados a usar la creatividad (y pequeñas charlas motivacionales) para resolver la mayoría de nuestros problemas (y el leve llanto ayuda) (…) No dejen que las fotografías bonitas los engañen. No. Hasta ahora, creo que hemos limpiado 135 inodoros, recogido 250 kilos de estiércol de vaca, paleado 2 toneladas de rocas, esparcido cerca de 60 metros de grava, tendido unas 57 camas y no quiero ni recordar cuántas copas de vino hemos pulido”
“Aunque probablemente tengamos más canas que con las que empezamos, más mugre debajo de nuestras uñas a pesar de las largas duchas, y bocadillos baratos como principal forma de alimentación, este loco estilo de vida nos permite disfrutar la libertad de explorar los ricos bosques suecos, los interminables fiordos noruegos, los callejones adoquinados italianos, y las ciudades cosmopolitas. Tenemos tiempo para juntar todas nuestras ideas y llevar a cabo nuestros propios experimentos creativos. Es como un paraíso para nosotros”.

Resulta que para llevar a cabo su ansiada aventura, la joven pareja ha tenido que hacer más de un sacrificio para conseguir transporte y alojamiento, llegando a desempeñar los trabajos más extraños que uno se puede imaginar. Sin embargo, y para el desagrado de sus detractores, ellos señalan que su experiencia tiene un lado positivo:

“Claro, la madera necesita apilarse y la basura sacarse (es nuestra versión de un sandwich de mierda, como lo dijo Mark Manson), pero una vez que esté hecho, somos libres de explorar, de vagar y ser uno con nuestros serpenteantes pensamientos. Uno trabaja bajo su propio horario, usando (mucho) tiempo libre para trotar alrededor de lagos cristalinos, crear artesanías y respirar el aire del Ártico. No hay nada como cambiar millonarios presupuestos en rands para publicidad para limpiar inodoros para enseñarte una lección acerca de humildad, la vida y la importancia de vivir cada día como si fuera el último”.

¿Y tú estarías dispuesto a realizar un sacrificio similar al de ellos para vivir tus sueños?

Con información de adweek.com