El pasado viernes familiares de las víctimas del caso Accomarca realizaron una homilía en la iglesia Basílica y Convento San Francisco de Lima al cumplirse 30 años del referido crimen. Al término de esta, y acompañados de representantes de organizaciones de derechos humanos, los familiares se dirigieron al Congreso de la República.
Pero lo que llamó la atención, según el testimonio de los asistentes, fue la presencia en ese lugar de José William Tena Jacinto, ex agente de inteligencia del Destacamento Colina, quien, al ser consultado por su presencia, dijo que encontraba esperando a una persona que había sido citado a la Comisión Investigadora del caso Belaunde Lossio.
José Tena estuvo infiltrado como "estudiante" en la Universidad La Cantuta desde 1986 como parte de la “Operación Narval”, un plan que consistía en infiltrar agentes de inteligencia en instituciones estatales, como parte de la estrategia de la lucha contra el terrorismo.
Además, cabe señalar que Tena fue procesado por los crímenes en La Cantuta, Barrios Altos y la desaparición del periodista Pedro Yauri pero solo fue sentenciado por la muerte y desaparición de nueve estudiantes y un profesor de La Cantuta.
Precisamente por eso, llama la atención la presencia de Tena en una actividad donde familiares de las víctimas de la violencia política exigen, como en otros eventos de este tipo, que se aplique la máxima sanción para los responsables de crímenes de lesa humanidad.
Ante este hecho, es importante preguntarse si el referido ex agente del Estado cumplió su condena y con el pago de la reparación civil. Pero, además si los familiares de las víctimas pueden sentirse seguros al convivir con los asesinos de nuestros familiares.