A pesar de protestas, amenazas de muerte y una lluvia torrencial, cientos de personas se congregaron en Detroit (Estados Unidos) a medianoche del sábado pasado para rendir culto a una enorme figura de bronce con cabeza de macho cabrío, en “la ceremonia satánica pública más grande de la historia”, según informa hoy en su web la institución organizadora. 

El Templo Satánico (TST por sus siglas en inglés) señaló que mantuvo en secreto la localización del evento en secreto y que, solo unas horas antes de que se diera inicio a la actividad en un espacio industrial del centro de Detroit, envió la ubicación final por correo electrónico a aquellos que, por US$25, habían adquirido las entradas para una fiesta en medio del “caos, el ruido y el libertinaje”.

Doug Mesner, portavoz del TST, explicó al portal Vice que esta estrategia se ideó también para ahuyentar a los potenciales saboteadores de la actividad.

“Pensamos que si hacíamos que los asistentes tuvieran que venderle su alma a Satanás, entonces los supersticiosos que buscaban sabotear el evento se alejarían”, señaló el vocero.

Mesner indicó que el lugar original del evento, el bar de jazz y blues Bert's Warehouse, se echó para atrás debido a amenazas de violencia y a otras reacciones de la comunidad, además de que los propietarios después dijeron que “no sabían que estaban involucrados en alabanzas al diablo”, y que esta situación se repitió en otras siete locaciones.

El objetivo de la actividad era dar a conocer, por primera vez al público, la figura de 1.5 toneladas y casi 3 metros de alto a la que el TST ha denominado Baphomet, el mismo nombre de un ídolo que, según se cree, adoraban los templarios, motivo por el cual fueron declarados herejes.

Según muestran las fotos de la fiesta, la figura se sienta en un gran trono que está adornado en su parte superior con un pentagrama invertido (una estrella de cinco puntas símbolo del satanismo) y está flanqueada por las figuras de una niña y un niño.

Con esta ceremonia, el Templo Satánico quiere impulsar el traslado de la escultura de Baphomet a Arkansas, donde a inicios del presente año el gobernador firmó un proyecto de ley para autorizar la construcción de un monumento a los 10 Mandamientos que Dios entregó a Moisés, según el judaísmo y el cristianismo.

La organización satánica quiere instalar su escultura de Baphomet cerca de la de los 10 Mandamientos, ubicada junto al parlamento estatal, pero las autoridades de Arkansas se han negado rotundamente.

No obstante, la colocación de este monumento religioso también ha sido objeto de controversia. El Tribunal Supremo de Oklahoma consideró en junio pasado que la efigie religiosa viola la sección de la Constitución estatal que prohíbe usar propiedades públicas en beneficio de una religión.

Sin embargo, un grupo de legisladores republicanos se posicionó en contra de la opinión de la máxima instancia judicial del estado y decidió presentar una enmienda para cambiar la Constitución de Oklahoma y permitir que las propiedades públicas puedan utilizarse para proteger ciertos cultos religiosos.

La gobernadora republicana Mary Fallin ha asegurado que el monumento de los 10 mandamientos se mantendrá en su lugar hasta que se estudien estos cambios constitucionales. En tanto, el Templo Satánico ha enviado la estatua de Baphomet a una locación secreta, donde aguardará hasta su próxima aparición pública.

Con información de EFE y VICE / Foto de cabecera de VICE