El Papa Francisco terminó el primer tramo de su gira por América del Sur, que incluyó las ciudades ecuatorianas de Quito y Guayaquil, y se calcula que arribe a La Paz, Bolivia, esta misma tarde. 

El Sumo Pontífice se quedará tres días en Bolivia y solo estará por algunas horas en La Paz, por los riesgos de la altura. Luego se trasladará a Santa Cruz. El lema de su visita es la renovación y la reconciliación, sin embargo hay asuntos pendientes que pueden crear polémica en este país. 

Francisco ha subrayado la idea de que viaja a este país porque está cargado de problemas antiguos y nuevos como el alto índice de analfabetismo y la destrucción del patrimonio cultural.

Por otro lado, es bien sabido que Evo Morales es muy crítico con la Iglesia boliviana, al igual que con la prensa. Es así que La Asociación Nacional de la Prensa de Bolivia, que agrupa a los principales medios del país, pidió al Sumo Pontífice que abogue por el fin de la "sistemática asfixia" fiscal y el control destinado a generar autocensura. 

Pero parece que el presidente boliviano bajó el tono de sus cuestionamientos pues los preparativos para la llegada de Francisco fueron una prioridad e incluyen una gran campaña a favor del cultivo de coca, aprovechando la visibilidad mundial de la visita papal. No hay puntada sin hilo. 

Marko Machicao, ministro boliviano de Cultura, informó en una entrevista televisada el plan que tienen para Francisco:

 "Se le había ofrecido infusión de coca o algo para la altura. Él nos ha pedido específicamente que quiere hacer el masticado de coca, así que al Santo Padre se le estará esperando con la sagrada hoja de coca".

Por su lado, Ernesto Cordero, presidente de la Asociación de Productores de Coca (Adepcoca) de la Paz, señaló que llevará 500 sobres de hoja de masticar al aeropuerto para ofrecerlos a toda la comitiva papal. A su vez, Leonardo Loza, presidente de las seis federaciones de productores de Bolivia, declaró que le regalarán al Papa un pastel de coca durante el Encuentro de Movimientos Populares que se tiene programado. 

Todo el negocio publicitario de Evo Morales comienza al enviar a Quito un avión de Boliviana de Aviación decorado para impresionar a Francisco. Es sabido que la tripulación será multiétnica y que representará a varias naciones indígenas. Tendrá cuatro asientos tapizados de cuero, tejidos indígenas, cortinas hechas de telares nativos y referencias a la cultura Tiahuanaco.

Otro asunto a tratar es el tema de la demanda marítima boliviana.

Los habitantes de La Paz tienen una sola opinión con respecto a este tema: esperan que el Papa respalde el requerimiento de una salida soberana al mar que le piden a Chile, que buscan dirimir en la Corte Internacional de La Haya. 

A pesar de eso, el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, dejó en claro que Francisco no se pronunciará sobre esta situación, pues su visita es pastoral y no política: 

"No pienso que el Papa vaya a entrar en cuestiones políticas (...) La intención del Papa es que se superen estos problemas en una perspectiva de paz, comunión y construcción de un futuro común".

Carlos Toranzo, analista boliviano afirmó que “el presidente no tiene ningún amor a la Iglesia. Ahora ha bajado el tono, pero eso no vale mucho”. Agregó que Morales intentará vender al máximo la visita como un logro propio, con el objetivo de alcanzar la reelección en el 2019.

Hay que recordar que el mandatario boliviano ya se mostró interesado en que el Papa se involucre en el tema marítimo. En el 2013, durante su visita al Vaticano, le entregó un libro sobre la reintegración marítima de Bolivia y además aseguró que Francisco le había solicitado más información respecto del tema. Al percatarse de ello, la Cancillería chilena descartó toda posibilidad de cualquier intento de mediación papal. 

(Foto de cabecera: Capital)