Alexis Tsipras tiene fe. El primer ministro griego asegura que su gobierno llegará a un acuerdo con los acreedores el próximo martes, sea cuál sea el resultado del referéndum del domingo.

El líder de Syriza dice también que está dispuesto a poner en marcha los procedimientos necesarios e incluso dejó entrever que podría abandonar su cargo si es necesario.

En una entrevista en la televisión griega Antena, Tsipras señaló que en caso de ganar el "No" en la consulta, como pide su gobierno, habrá una "solución sostenible" para el país.

Pero más allá de los resultados del domingo que podrían decidir el futuro de Grecia en la zona euro, es un ejercicio útil revisar las lecciones que deja esta crisis, para no volver a repetirla.

1. No gastes más de lo que tienes

Este es un principio básico de economía. La base de la crisis griega es una deuda de aproximadamente 320.000 millones de euros (unos US$358.000 millones), que el país no está en condiciones de pagar.

Fuente: OPEN EUROPE / FMI

Durante muchos años, Grecia estuvo gastando más dinero del que producía y financiando ese gasto a través de préstamos. Incluso lo hacía antes de adoptar el euro. Hasta que la bombo estalló. 

Por ejemplo, el gastó público griego subió un 50% entre 1999 y 2007, mucho más que en otros países de la eurozona. Eso, sumado a los problemas de corrupción y evasión fiscal, reconocidos por la propia Grecia,  provocó un déficit muy superior al 3% del PIB contemplado en las reglas de la moneda común.

2. El remedio puede ser peor que la enfermedad

La recetas impuestas ha raja tabla, como si fuera palabra sagrada, no siempre tienen los resultados esperado. El primer paquete de ayuda a Grecia se aprobó en mayo de 2010. 

La Unión Europea y el FMI pusieron a disposición del gobierno griego 110.000 millones de euros (unos US$120.000 millones) para que honrara sus compromisos con sus acreedores, que en ese momento en su mayoría eran bancos privados de la región.

Pero ese monto no sería suficiente. Para el segundo rescate elevó la cifra total a 240.000 millones de euros. En ambos casos las condiciones para entregar el dinero fueron una serie de medidas drásticas de austeridad: recortes del gasto público, mayores impuestos y reformas al sistema de pensiones y el mercado laboral.

¿Era la receta a seguir? Depende del objetivo. Hasta ahora está funcionando para proteger el euro, porque se logró reducir el impacto de la crisis griega sobre la moneda común.  Pero las medidas de austeridad no han hecho nada por mejorar la situación o las perspectivas de Grecia, cuya economía se habría reducido en un 25%, según estimaciones, desde que se empezaron a aplicar los recortes.

Para decirlo de otra manera,  el impacto de las medidas de austeridad sobre el pueblo griego es brutal: el desempleo llegó al 26%, la tasa más alta de toda la Unión Europea. Entre los jóvenes esta cifra ya supera el 60%. Son millones los ciudadanos griegos que están viviendo bajo la línea de pobreza.

Syriza llegó al poder a inicios de año (Tsipras ganó la presidencia con una plataforma anti-austeridad), porque supo recoger el descontento generado por los recortes. 

Desde entonces, el nuevo gobierno de izquierda quiso renegociar algunas de esas condiciones de cara a un nuevo paquete de ayuda económica que se estima en unos 29.100 millones de euros adicionales. Y con esta negociación la crisis llegó a su momento más crítico.

3. El fantasma del efecto dominó

Las negociaciones para un nuevo rescate a Atenas se han entrampado. Pero las principales diferencias ya no son tanto técnicas, sino políticas. ¿La razón?los principales líderes de la eurozona quieren la capitulación del gobierno de Tsipras para evitar que su postura anti austeridad contagie a otros países de la región.

Ahora los griegos van a decidir en el plebiscito del domingo si quieren seguir padeciendo más medidas de austeridad o no. Los resultados además podrían decidir la continuidad del gobierno de Tsipras, quien ya dijo que en caso de victoria del "Sí" respetará la decisión de los griegos pero no se quedará para implementar la propuesta del Eurogrupo.

Y si gana el "No", ¿es inevitable una salida del euro de Grecia? La verdad es que nadie lo sabe con certeza. No existe ningún precedente. Tampoco hay  ley que ordenara la expulsión de la eurozona en caso de default. El gobierno heleno sostiene en que no está intentando abandonar la moneda común. Incluso insinuó que podría iniciar procesos legales en caso de que los otros países de la eurozona intenten expulsarlo del club.

Foto de cabecera: EFE

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