El gobierno de Dilma Rousseff pasa por un momento delicado: Una encuesta publicada hoy en los principales medios brasileños indica que la aprobación de la presidente de Brasil ha caído a 9% a solo seis meses de iniciar su segundo mandato consecutivo. 

El Instituto Ibope realizó el estudio por encargo de la Confederación de la Industria de Brasil (CNI). Los principales resultados son los siguientes: el 68% de los encuestados definió la gestión de Rousseff como "pésima", mientras el 21% de "regular" y el 9% de "buena".

Además, la economía no levanta, la inflación en mayo llegó a 0.6% y en junio cerró en 0.99%, lo que genera que los precios aumenten y los brasileños en general estén descontentos.

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Lo peor es que en lo que va del año Brasil ha perdido 115.600 puestos de trabajo, cosa que no pasaba desde la crisis de 1992. Los medios, además, están dándole con palo al gobierno no solo por los vaivenes económicos, sino por la corrupción descubierta a Petrobras y que toca a Rousseff y a los principales empresarios que contratan con el Estado hace décadas. 

La justicia brasilera ya encarceló a los presidentes de Odebrecht  y Andrade Gutiérrez, las dos compañías más grandes de Brasil. Este asunto político está tocando muchísimo a Rousseff, quien trata en lo mínimo de salir en la televisión porque su imagen está muy venida a menos. 

El sondeo indica también que el 78% de brasileños "no confía" en su presidente, dato que no es menor si pensamos en que este segundo mandato acaba de empezar. Ni Ollanta Humala tenía esa cifra en el primer semestre de gobierno. 

La semana pasada la empresa Datafolha emitió un estudio en el que daba a Dilma Rouseff un 10% de aprobación, más o menos en la misma línea del publicado hoy por Ibope, quien consultó a 2.002 electores en 141 ciudades de Brasil. 


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