Al ver a la Policía de Baltimore, Freddie Gray corrió, los agentes lo alcanzaron y lo metieron esposado a una camioneta tipo van. Estaba consciente ese 12 de abril. Menos de una hora después, el joven afroamericano de 25 años terminó en estado de coma y con un daño severo en la médula espinal, que le ocasionó la muerte una semana después. 

Tras el funeral de Gray, una multitud se enfrentó con la Policía, saqueó tiendas y provocó incendios. Los disturbios aumentaron y la Guardia Nacional tuvo que hacerse presente. Esta historia es conocida en Estados Unidos, Ferguson y North Charleston pasaron por situaciones similares. En su edición de mayo, Time Magazine se pregunta, a raíz de la revuelta en Baltimore, qué cambió desde 1968.

Esa fecha es parte de la historia de la ciudad de Baltimore, en Maryland. Dos días después del asesinato de Martin Luther King Jr., en Tennessee, los baltimorianos salieron a las calles a protestar violentamente por la muerte del líder de la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos. El saldo final fue seis fallecidos, 700 heridos y más de mil negocios en ruinas.

"En realidad, nunca nos recuperamos de los disturbios de 1968. Nuestra infraestructura fue destruida: carnicerías, tiendas de ropa, supermercados, todo destruido por una razón u otra", señala el presidente del Consejo de la ciudad, Jack Young, a Time Magazine.

"Aquí las oportunidades son pocas fuera del tráfico de drogas, y se teme más a la Policía que la confianza que genera. El barrio de Sandtown-Winchester, donde Gray fue arrestado, es parte de este Baltimore", sostiene Time en su artículo “Las raíces de los disturbios en Baltimore”.

En ese lugar muchas viviendas son inhabitables, el porcentaje de personas que ha pasado por prisión es el mayor de todo el estado de Maryland y el desempleo tiene cifras alarmantes.

"De acuerdo al reporte de 2011 del Departamento de Salud de la ciudad de Baltimore, el vecindario de Sandtown-Winchester tiene muchas licorerías (el doble del promedio de la ciudad), pero pocas oportunidades de empleo"

Pese a que la fuerza policial de Baltimore está conformada en un 48% por efectivos afroamericanos, el trato de los policías no es el mismo en las zonas pobres que en las acomodadas.

Todos esos problemas han convertido a la ciudad en un foco para el descontento racial y económico.

Lee todo el informe de portada de Time Magazine aquí.


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Foto de cabecera: EFE