Cuando lo vocearon para reemplazar a Ana Jara como titular de la Presidencia del Consejo de Ministros, los apristas y fujimoristas dieron el 'salto al cielo' y alertaron que el presidente Ollanta Humala no podía ni debía nombrar como tal a una persona 'confrontacional'.
Este fue el calificativo dirigido a Pedro Cateriano: confrontacional. También –entre políticos y periodistas– le endilgaron 'fosforito, 'apasionado', 'cascarrabia', antifujimorista', 'antiaprista', entre otros.
Fue designado y juramentó, y siguió recibiendo críticas, pero él tuvo 'muñeca política' e inmediatamente se comprometió a dialogar con todas las agrupaciones políticas, con miras a recibir la aprobación del Congreso de la República. Se ha reunido con representantes políticos y parece que le ha funcionado, pues según el sondeo hecho por Ipsos Perú, el 63% de los consultados considera que sí debe recibir el voto de confianza, frente a un 17% que opina lo contrario.
Por otro lado, en su breve estadía en el cargo recibe la aprobación del 16% y la desaprobación del 36%. El 31% opina que sus reuniones con la oposición permitirán avanzar en las soluciones de los problemas nacionales. El 25% señala que también bajarán las tensiones políticas. El mismo porcentaje asevera que tales reuniones constituyen un acto de hipocresía. Ojo, no sólo de Cateriano sino de todos los involucrados.
Finalmente, el 36% dice que si recibe el voto de confianza, él se mantendrá en la PCM hasta cuando termine la actual gestión presidencial.