El Mundial de Fútbol de 2022 se llevará a cabo en Qatar, una península al oeste de Arabia. Tan pronto la FIFA anunció que, por primera vez, oriente sería la sede de uno de los eventos deportivos más esperados, de inmediato se emprendió un multimillonario proyecto -cerca de 200.000 millones de dólares- destinado a construir las instalaciones que alojarán a los miles de turistas y deportistas.
Según El País: “Más de 1,4 millones de trabajadores migrantes, 400.000 de ellos de Nepal, trabajan en la construcción de hoteles, autopistas, aeropuertos y estadios que albergarán el primer mundial de fútbol en Oriente Medio”.
Y el millonario proyecto ha resultado ser el más mortal en los últimos tiempos: más de 400 obreros nepalíes han muerto en la construcción de los estadios de este mundial. En Qatar, un emirato absolutista, los sindicatos están prohibidos y no existen los derechos laborales.
Según The Guardian cada dos días muere un trabajador. Si la cifra continúa, cuando las instalaciones del Mundial de Fútbol 2022 concluyan la construcción habrá cobrado al menos 4,000 vidas.
El informe de The Guardian reveló que las muertes ocurren por varias negligencias. No solo son las pésimas condiciones de los campamentos obreros -donde los trabajadores viven hacinados en alojamientos insalubres sin aire acondicionado, agua, ni electricidad-, sino, además, el funcionamiento de un sistema de trabajo llamado “kafala”, según el cual cada trabajador está sometido a quien lo contrata (una suerte de patrocinador).
Una vez que son "contratados", los supuestos patrocinadores les confiscan los pasaportes y les obligan a trabajar largas jornadas bajo 50º centígrados sin posibilidad de irse. Un service esclavista, una modalidad muy similar al "enganche" que operó en nuestras tierras hasta bien entrada la república.
La organización internacional Avaaz (plataforma virtual que promueve campañas en defensa de los derechos humanos) ha asumido el compromiso de reunir 1 millón de firmas para exigir a CH2M, la empresa norteamericana detrás de todos los proyectos de construcción civil de los mundiales de la FIFA, que, a su vez, presione con el fin de que se tomen las medidas de protección de los derechos de los miles de trabajadores del megaproyecto.
“Como ciudadanos de todo el mundo, nos preocupan profundamente las condiciones laborales en las que se ven obligados a trabajar los obreros migrantes que están construyendo los estadios del Mundial 2022 en Qatar. Les instamos a que pongan en marcha políticas públicas que garanticen que todos los trabajadores de las obras del Mundial puedan quedarse con sus pasaportes, que se les concedan visados de salida y que se protejan sus derechos básicos y su seguridad. Tambien exigimos al gobierno qatarí que reforme su programa de trabajadores inmigrantes y le permita a cualquier obrero extranjero ejercer su derecho de regresar a casa. Estos cambios inspirarían una confianza internacional en Qatar y en CH2M Hill, y tendrían un impacto drástico en la vida de los 1,4 millones de migrantes que trabajan en el país"
Vale recordar que Avaaz ha cosechado victorias que han generado un impacto positivo en la sociedad. Por ejemplo, junto a otras importantes organizaciones de la sociedad civil, contribuyó a la movilización más grande de la historia contra el cambio climático el 2014. Ahora es el turno de ayudar a los miles de nepalíes que mueren diariamente en Qatar.
"Cuando seamos 1 millón, el equipo de Avaaz le entregará nuestro mensaje directamente a Jacqueline Hinman, directora ejecutiva de CH2M Hill, una y otra vez hasta que responda”. Ya son más de 482 mil firmas. La tuya puede ser parte del millón de personas solidarias.
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