Siempre se ha mencionado a Soda Stereo como la trilogía del rock argentino pero ahondando en su historia comprendemos que ha sido más bien una experiencia colectiva pues fue un conjunto musical que ha conocido distintas etapas e integrantes, sea en labores compositivas o instrumentales. Y Gustavo Cerati, el compositor de la mayoría de sus canciones, también aportó en las trayectorias de otros músicos.
OSCURO PASADO

En el verano del 82, Cerati tocaba en Sauvage cuando se conoce con “Zeta” que integraba el grupo The Morgan con Andrés Calamaro –otro popular músico-; se integra a ellos y pasan a ser el Proyecto (tecno) Erekto. Eso dura poco, Cerati y Zeta conocen a Charly Alberti y deciden hacer un nuevo proyecto al que le pusieron Estereotipos. Esta banda grabó un demo con canciones como “¿Por qué no puedo ser del jet set?” y “Debo soñar” (de Ulises Butrón). Richard Coleman, como integrante oficial de la nueva banda, grabó unas guitarras. Como invitados estuvieron Daniel Melero (Teclados) y Butrón (Guitarra). Debutan en diciembre de 1982 pero poco después Coleman se va.  

the morgan. zeta con bigote.

Cerati y Coleman se valoraban como guitarristas, el segundo forma Fricción, banda post-punk, en 1985, a la cual se integró el primero, como guitarrista, corista y productor, justamente produce los únicos dos álbumes de la banda: “Consumación o consumo” (1986) y “Para terminar” (1988). Ese mismo año, Coleman participó en el segundo disco de Soda Stereo, “Nada personal”. La única composición que se incluye que no es del trío es de la pareja Cerati-Coleman, “Estoy azulado”. En ese tema Richard pone segunda guitarra.

Desde 1986 –año en que se elegía como banda revelación a Fricción- le fue complicado a Gustavo participar en sus conciertos pues Soda empezó a tener una actividad internacional. Empezamos este recuento audiovisual recordando a esa banda oscura con su mejor disco…

Coleman estaría invitado con su guitarra conjuntamente con Fabián Vön Quintiero (teclados) y Celsa Mel Gowland (coros) a la grabación del tercer disco de Soda, “Signos”, y creemos que el sonido “oscuro” del disco se debe en parte a él.  En 1988, Coleman participaría también en el siguiente disco en estudio: “Doble vida”. Conjuntamente con Cerati aporta dos temas al álbum, “Terapia de amor intensiva” y “En el borde”. Coleman –al igual que Melero- sería uno de los llamados, “el cuarto Soda” por su empatía con la banda.  

Ese disco contó con la producción del puertorriqueño Carlos Alomar. Cerati dijo en su momento “que si no fuera por la mano del productor y de la estadía en aquella especial ciudad –N.deR.: se refiere a New York-, el sonido del álbum hubiese sido más cercano al de Canción Animal”. Esta declaración ya es posible analizar pues se han colgado los demos del disco en mención...


Indudablemente el rol que juega un productor en la definición final de un álbum es vital. En el caso de “Doble vida” no me pareció una buena elección, como mencioné en un artículo anterior y la Rolling Stone (Argentina) parece darme la razón: “La presencia funk de Carlos Alomar en Doble Vida convirtió a Soda Stereo en una máquina fría, precisa y calculadora. El truco funcionó a escala continental y después de casi dos años de giras interminables, el trío acusó la necesidad de un cambio para privilegiar las canciones por sobre los efectos de producción” (Edición: “100 mejores discos del rock nacional”, 2007).

LA SÚPER BANDA QUE NO FUE


En el mismo año de 1988, Cerati, recibe la propuesta de Charly García para grabar un disco a dúo. El disco se iba a llamar “Tango 3” y por cuestiones que hoy no se saben nunca se concretó. Lo que sí hizo “Gus” fue poner guitarra y coros en la canción “Vampiro” de “Tango 4, García/Aznar”; previamente a ello, los tres compartieron algunos ensayos pero por sus recargadas agendas no pudieron hacer nada más.

Casualmente, fallecido Cerati, García ha revelado que estaba hablando de la posibilidad de hacer una banda con Cerati y Aznar, lo que ha llamado la atención, ¡qué bandón hubiera sido! Alguna vez Cerati y García compartieron escenario… de yapa, Fito.

PAREJA MIX

Gustavo Cerati y Melero se conocen desde 1982 y grabaron un demo ese mismo año, el cual no tuvo mayor trascendencia; la relación entre ellos se empieza a estrechar dos años después cuando Soda Stereo graba su primer álbum. “Soda Stereo” contó con la producción de Federico Moura -vocalista de Virus-. Creo que Federico hizo una buena labor. Cuando escuché el disco en 1985 comprendí que en Argentina los tiempos habían cambiado.  

Moura propuso a la banda grabar un tema de otro artista, la composición “Trátame suavemente”, justamente de Daniel Melero. La canción inicialmente no les interesó pero cuando fueron ensayándola decidieron grabarla e incluso invitaron al mismo Melero a poner teclados en el disco. A sazón, fue el único tema que incluyeron en el álbum debut de un compositor que no era integrante de la banda.

Tiempos después, se daría a conocer la versión de Melero con su banda inicial, Los Encargados, una de las primeras bandas de la renovación generacional del rock en Argentina en el cambio de década de setenta a ochenta.

En junio 1990, Soda Stereo viajó a Estados Unidos para registrar una nueva placa en los Estudios Criteria de Miami, se trataba de “Canción animal”. Para ello contaron con el aporte conceptual de Daniel Melero, quien además propuso temas al disco, los cuales fueron acogidos.  

La canción que le da nombre al disco, “Canción animal” es una composición de Cerati y Melero, repitieron el plato con “Hombre al agua”, y Melero, solo, cierra compositivamente ese disco con su tema “Cae el sol”. No participaría otro músico ajeno a la banda en ese álbum pero contaría con los buenos aportes instrumentales de Tweety Gonzalez (Teclados) y Andrea Álvarez (Percusión).

En 1991, esa relación amical dio un nuevo fruto: el EP “Rex Mix”, donde se volvía a incluir “Hombre al agua” y tres versiones distintas de “No necesito verte (Para saberlo)” también de la pareja. Fue el único tema nuevo del disco y de ese año en la discografía sterea.

Cerrando el año, el 14 de diciembre, se realizó el histórico recital de la Avenida 9 de Julio, en Buenos Aires, la banda Soda Stereo sorprendió y se vio sorprendido reuniendo a doscientas cincuenta mil personas para escucharla gratuitamente. Melero estuvo en los teclados.

Zeta declaró luego que esa fue la culminación de una etapa que le llevó a sentir “que ya no quedaba nada por conquistar”, Cerati manifestó: “Es muy difícil encontrar objetivos claros después de semejante recepción. Estar parado ante tanta gente que corea tu nombre es una experiencia muy fuerte. Ahora hay que empezar de nuevo desde abajo”. Y lo hizo, con la banda y consigo mismo.

COLORES SANTOS

¡1992! Un año inolvidable, en varios sentidos. La larga resaca de los ochenta se nos acababa. En ese año algunos discos nos hacían comprender que habíamos cambiado ya de década, esos discos fueron: “Colores Santos” de la dupla Cerati-Melero y “Dynamo” de Soda Stereo.   

Lo que antes habían sido colaboraciones más o menos esporádicas de Cerati con otros músicos, se convirtió en un buen encuentro compositivo con uno de ellos, con Daniel Melero, con quien prácticamente se mimetizó al punto que decidieron hacer un disco juntos… por placer.

“Creo que siempre quise hacer un disco con Melero. Desde el comienzo hubo muy buenas situaciones musicales, y una conexión, más allá de que a él se lo pudiera rotular en lo tecno, y a mí ligarme más al rock. Ambos tenemos cultura rockera. La propuesta fue: juntémonos a componer que, además, la pasamos bien” dijo en su momento, Cerati.

“Colores santos” no era Cerati, ni era Melero, era ambos. No se distinguía la mano de cada uno de ellos por separado. Si bien a simple vista lo puesto por Melero se podría pensar que es lo electrónico lo cierto es que a Cerati siempre le gustaron las máquinas, en la mayoría de discos de Soda él hizo las programaciones, y no olvidar que él también hizo la producción en la mayoría de éstos.

Era curioso ver cómo mientras “Gus” iba, cada vez, evolucionando más como guitarrista crecía su gusto por lo electrónico. “Hice las voces, toqué guitarras, toqué baterías, toqué samplers, bajo, toqué teclados: mi intervención más grande de teclados en toda mi historia musical ha sido aquí” declaraba al referirse a Colores santos.  

Quizá lo humano hizo que, finalmente, estos dos talentosos músicos argentinos decidieran darse un tiempo para juntos hacer un disco, los padres de ambos empezaban a morir, casi paralelamente. En enero del 92 fallece el padre de Cerati, tras dos años de combatir contra el cáncer y el de Melero, tiempo después.

“Colores santos” está dedicado a la memoria de papá Cerati. “En muchos aspectos mi viejo era un tipo muy estricto y pragmático, pero tenía mucho vuelo interior. Para mí fue como una bendición que empezara a trabajar con nosotros –N.deR.: Se refiere a Soda- porque descubrió muchas cosas que nos llevaron a una mayor transparencia económica. Captó inmediatamente las cosas que estaban demasiado desorganizadas, y por su propia personalidad y por su laburo habitual, las ordenó. Después quedó como una especie de asesor y contador, hasta que falleció. Él murió justo en el medio de esta grabación y para mí fue quizás lo mejor que tenía de paliativo para el dolor”, expresó “Gus”, casualmente, en medio de las grabaciones del álbum en mención.

Si antes, en “Canción animal”, le dedicó “Té para tres”, en el disco compartido con Melero le dedica “Tu medicina”. En un disco donde Cerati da un viraje a la electrónica late un corazón. A la canción mencionada sumémosle otras imprescindibles: “La cuerda planetaria (Daniel Melero)”, “Marea de Venus”, “Vuelta por el Universo”, “Cozumel”, “Pudo ser”.

Lo ocurrido a fines del año anterior, tocar para la audiencia más grande que un músico o banda argentina lo haya hecho jamás, hizo que Soda reflexionara y se sintiera más seguro que nunca, además había empezado una nueva década y nuevos sonidos inundaban el planeta, así que decidieron experimentar, el resultado fue “Dynamo”.   

Soda con su disco shoegazing se puso a la cabeza de lo que se llamó en Argentina la “movida sónica” y como para refrendarlo en sus seis recitales de presentación del disco –a fines de año- convocó a una banda nueva, y distinta para cada show, así las bandas soporte fueron: Babasónicos, Juana La Loca, Martes Menta, entre otras.

Melero cumplió un rol preponderante en “Dynamo”, no sólo se encargó del sampler y del sintetizador sino que participó compositivamente en la mitad del álbum, nada menos. Lo vanguardista que nos sonó en su momento se lo debemos en buena parte al marciano Daniel Melero.

FINAL ENTRE AMIGOS

En el disco de versiones “Zona de promesas (Mixes 1984-1993)” y en “Sueño Stereo” hay solo colaboraciones puntuales de pocos músicos. Casi lo mismo ocurre en “Comfort y música para volar”, su disco MTV. De ese disco nos gustaría rescatar los aportes de Tweety González (Piano Rhodes, sampler y sintetizadores) y la inolvidable presencia de Andrea Echeverri de Aterciopelados (Voz en “En la ciudad de la furia”). González figura en los créditos de “Gira me verás volver” el último álbum grabado en vivo por Soda Stereo, que reúne temas tocados por la banda en su gira de reencuentro “Me verás volver” por toda América en el año 2007. 

Un apunte final: “Zeta” declaró, en este año, que Soda Stereo planeaba un regreso con disco nuevo, probablemente después del final de lo que terminó siendo… la última gira de “Gus”. Triste saberlo.

Nota de Redacción: En la primera foto aparece Soda Stereo incluyendo a Andrea Álvarez (Percusión).