“Frágil es la creatividad, armonía, virtuosidad, fuerza y mucha terquedad para hacer algo, estos jóvenes eternos hacen sentir en su música que nada es imposible. Por un lado, es un símbolo del rock peruano, de los grupos vigentes es el que tal vez cuenta mejor la historia del rock nacional. La banda vivió la dictadura militar, el retorno a la democracia, los años de violencia, el poder del fujimorismo; momentos políticos y sociales especiales en el país. Además, es una de las primeras bandas de rock en el mundo en grabar con una sinfónica. Su estilo de música es exquisito, sus integrantes han pasado por el conservatorio”, dijo Tony a LaMula.pe.

Cuarta llamada. Apenas el anuncio, la multitud que abarrotó la sala aplaudió a rabiar. Una introducción instrumental, Obertura, fue adueñándose del escenario, con Tavo Castillo (teclados), César Bustamante (bajo), Luis Valderrama (guitarra), Arturo Creamer (el baterista de su primer disco) y Gabriel Alegría (dirigiendo la orquesta sinfónica). Todo explotó cuando Andrés Dulude apareció en el escenario. El vocalista líder de la banda se adueñó de todos los espectadores y músicos con su inigualable voz y su performance escénica. Los fanáticos empezaron a corear, a pararse de sus sitios, otros cantaban y bailaban desde sus asientos, sintiendo la música de Frágil tal como hace tres décadas.

Lo que hizo Dulude en el escenario fue el preámbulo de lo que veríamos en cada vocalista: un dominio escénico en sincronía con cada tono musical. De hecho, cuando se puso una capa roja –cual vampiro– para empezar a cantar Avenida Larco. Apoteósico, el público se rindió ante él una vez más.

Luego fue el turno de Santino de la Tore, que reside en Estados Unidos y que fue el vocalista de la quinta producción de estudio de la banda, 'Alunado'. Encapuchado, tuvo una aparición histriónica y deleitó con cuatro temas bien producidos que causaron furor en el público, sobre todo en los de base treinta.

Tras el receso, la argentina Piñín Folgado hizo que muy pronto volviéramos a llenarnos de rock. Con toda la adrenalina y coqueteo, sus seis décadas la mostraron más madura pero con la misma inquietud de años atrás. Jugó con la audiencia y nos hizo viajar en una nave blanca acompañada en la batería de Harry Anton, que también regresó de Estados Unidos.

Luego, con la potencia de toda voz joven, Alex Rojas, el actual vocalista de la banda interpretó temas de lo que será el siguiente disco.

Al final, todos los cantantes se juntaron y entonaron Avenida Larco. La gente disfrutó de la treintena de canciones y los aplausos no cesaron. La banda peruana demostró a sus viejos fans y a los nuevos que tiene para rato.

Lee también:

Frágil rockumental

Rockero hasta los huesos

Las bandas de 'Rockumentales'