Esta semana se concretó en Lima un hecho inédito: bandas de distintas influencias rockeras se subieron por primera vez a uno de los escenarios oficiales de la cultura, el teatro Municipal de Lima. La ocasión no era más propicia, celebrar los 20 años de trayectoria de una de ellas, la de Aeropajitas, banda punk rock. Y, claro, el pogo, no podía estar ausente.

(Fotos: Bruno Sánchez)

acto primero

En 94 años de historia del Teatro Municipal nunca se había otorgado una fecha para que bandas de punk, rock instrumental o fusión, estilos de las bandas participantes de anoche, pudieran mostrar lo suyo; una gestión municipal con amplitud de criterio lo ha hecho posible. 

Ayer, Los Belkings cumplían medio siglo de haberse originado, 50 años del encuentro de sus fundadores: Willy Sandoval y Raúl Herrera, esa, otra celebración, más caleta, provocó mi retraso y me perdí a Los Protones; de alguna manera había empezado la noche con instro, rock instrumental.

los protones

Me alegra que en esa noche de fiesta se haya considerado el aporte del compositor/cantautor Piero Bustos, quien merece más atención de medios y de público; menciono a Bustos pues él es el protagonista de las agrupaciones Del Pueblo y Del Pueblo del Barrio, casi dos caras de una misma moneda, pues bien, una de ellas, Del Pueblo del Barrio –la que comparte con otro buen compositor, Ricardo Silva- fue el segundo número de la noche.

Tenía entendido que el conjunto en mención iba a poner sobre el escenario la ópera “Posesiva de mí” pero imagino que se lo replantearon pues pertenece a Del Pueblo. Creo que esa obra bien puede ponerse nuevamente en un teatro, ojalá Piero lo considere en un futuro y pueda unir todas las voluntades implicadas en ello.

Del Pueblo del Barrio entregó algunos de sus “éxitos” como “Los flecheros del sol”, “Esteras en el sol”, “Creación Heroica” conocida también como Ni calco, ni copia –tema dedicado a José Carlos Mariátegui-, en medio del cual Piero se metió un trago de su chata de ron –otro hecho inédito en el escenario del Teatro-.

piero bustos (guitarra) y ricardo slva (quena), Del pueblo del barrio

Piero recordó, con cariño, a María Teta, cuyo fallecimiento nos enteramos/confirmamos en esta semana y le dedicó “Reyna de la belleza”, esa alusión: “¡qué rica estás María Teta!” se lo debe haber agradecido ella desde la otra dimensión con un guiño coqueto como era su costumbre. Como no podía ser de otra manera “Escalera al infierno” fue el cierre, con Bustos arengando en quechua.

Acto segundo (dividido en tres partes)

Una declaración y una imagen grafican la noche. “Lo mejor de celebrar sus 20 años es que esta circunstancia los encuentra en su mejor momento, creativo y de popularidad. Y créanme, eso es lo más difícil y meritorio” expresó el buen guitarrista Francisco Chirinos, uno de los ilustres invitados a la fiesta. 

Cual buitres -trajeados de negro- “Macha” (Voz), Luigi (Bajo), Gonzalo L. (Batería), Eduardo (Guitarra), “Gonzaleo” (Guitarra) y “El Topo” (Voz), los integrantes de Aeropajitas, treparon el escenario a las 9 de la noche para de forma gradual ir calentando el ambiente como lo hace, justamente, un buitre, cuando planea tranquilo antes de decidirse a aterrizar. Y con ello, hacer temblar su entorno.

“Resistencia” arrancó la jornada, que se dividía en tres partes -mientras en la pantalla gigante se lucía el escudo “Club Atlético Aeropajitas”- le siguieron “Granada de guerra” y “El cocinero”. Luego llamaron al escenario al primero de los invitados, a su ex baterista Giancarlo Leveroni, conocido popularmente como “El moco”, para hacer juntos “Pisco y cigarro”. Es el primer 'levante' publico… ya era tiempo. El siguiente invitado fue un miembro de otra banda, Charly, de Diazepunk, con el que hicieron: “Rock en la radio”.

La pantalla gigante iba intercalando imágenes de la banda sobre el escenario con fotos de sus integrantes. Uno de los momentos más intensos arrancó cuando hicieron “Lima enfermedad” con Luis Denegri, el “Cápsula” de Tres al Hilo, le siguió “El fantasma” y “No hay futuro”. Primer amago de pogo.

La gente parada, dejando de lado sus butacas, le daba una sensación distinta al Municipal, se respiraba en el ambiente complicidad, camaradería y ganas de compartir. Con ese espíritu subieron al escenario, integrantes de Vieja Skina, Barrio Kalavera y La Nueva Invasión. Todos juntos hicieron una buena versión de “Kaer”.

El escenario estaba prendido cuando hicieron su aparición Álvaro (Bajo de Adictos al Bidet) e Ysabel Omega para hacer “NN”, uno de los momentos estelares de la noche; una de los más celebres temas de esta banda punk es un reggae, lo que habla de la apertura que siempre ha tenido el punk para fusionarse no sólo con el reggae, sino también con el ska, el metal y otros géneros musicales.

La segunda parte fue, inesperadamente, acústica, lo abrió una de sus clásicas, “La karreta”. Luego invitaron a un acordeonista para tocar la única versión que hicieron de un tema que no era suyo: “Días de enero”, que originalmente se titula “Nieves de enero”, un narco-corrido de “Chalino” Sánchez.

“Soledad, te llevo tatuada, / en mi alma estás impregnada / Nunca antes, nunca hubo nada antes / Tantas veces quise dejarte, / tantas veces empecé a odiarte / No será hoy que yo te olvidaré”… es parte de la letra de “Soledad”, una versión que me sorprendió al ser musicalmente distinta en su evangelio musical, al punto que el baterista tocó el cajón e invitaron a Francisco Chirinos para que haga de las suyas con la slide-guitar.

“¡Qué silencio!… se nota que no venden trago” expresó Macha. Los padres de los músicos de la banda estaban presentes en el teatro, y según Macha, ellos acudían por primera vez a ver a sus hijos. Los vimos aplaudiendo entusiasmados como si fueran otro fan más.

“Fiesta necia” siguió y luego el cantante presentó a los músicos de la banda para cerrar el segundo set con otra cancioncilla que despierta la algarabía de sus seguidores: “Dime”. El tema acabó con una secuencia instrumental de rock and roll que permitió el lucimiento de los músicos.

En la tercera parte, volvieron a lo eléctrico, habría que mencionar que el sonido de la noche no nos convenció, le faltó más power. “Macha”, con el rostro pintado de blanco y un pañuelo rojo al cuello empezó con “Sin sabor” y subió la temperatura con “Durmiendo en la vereda”.

José Manuel Diez Canseco de Venganza –banda paralela de “Macha”- fue invitado a escena para cantar “Todo sigue igual”. Las primeras filas no esperaron más y se lanzaron a un pogo al borde del escenario.

“La herida andante”, otra de las piezas clásicas de Aeropajitas, fue el inmejorable final de un concierto ciertamente histórico no sólo para la banda sino para el rock nacional. Lamento, sí, que mi canción favorita, y casi testimonial, “Yo era virgen”, no fuera incluida en este repaso por la trayectoria de la banda, repaso que en buena cuenta forma parte de su disco recientemente editado: “Lo peor de lo mejor. 1994-2004”.

Dos apuntes para el final. Las alusiones de “Macha”, una, a la labor actual de la Municipalidad de Lima con el slogan “El teatro de la ciudad para la ciudad”, efectivamente, ciudadanos también somos todos los que anoche estuvimos en uno de los teatros principales del país reviviendo 20 años de nuestras vidas y, dos, “¡Viva el rock subte!”, su grito que fue un reconocimiento a la movida que lo nutrió como público y que le ha hecho encarnar una continuidad, continuidad que ha logrado que el rock sea, digamos, digno, de ser considerado “música nacional”.

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