No importa que el presidente de EEUU, Barack Obama, intentara calmar los ánimos el sábado en una entrevista a la Segunda Cadena de la Televisión Alemana (ZDF ). "No quiero deteriorar" la relación entre EEUU y Alemania "por medidas de espionaje que impidan nuestra comunicación confidencial", afirmaba Obama a ZDC. El gobierno alemán no confía y sigue reiterando su preocupación por los polémicos programas de espionaje masivo de EEUU en su territorio.

A pesar de que Obama asegure que mientras él sea presidente Angela Merkel no será espiada por sus servicios secretos, el Ejecutivo alemán no desviará su atención a la implementación de las medidas propuestas por el estadounidense. Eso sí, asegura que mantendrá el diálogo con Washington.

 "Se trata de encontrar un balance entre la seguridad de un estado y la esfera de privacidad a la que tienen derecho los ciudadanos en Alemania", apuntó ayer el portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen, según información de Efe.

Y es que las turbulencias siguen empapando las buenas relaciones bilaterales entre estas dos potencias. La revista Der Spiegel señala que la fiscalía general alemana plantea abrir un proceso en contra de EEUU.

El fiscal general, Harald Range, examina desde hace meses si hay suficientes indicios para abrir un sumario por el espionaje realizado en suelo alemán. 

La revista alemana afirma que, aunque Range considera que no hay suficiente material para abrir un proceso, en el caso concreto del espionaje a Merkel se plantea la posibilidad de empezar una investigación. Esta medida le permitiría salir al paso de críticos que sostienen que la justicia alemana da un trato especial a EEUU pero pondría en la cuerda floja las relaciones entre estas potencias.

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