El fútbol es una disciplina que despierta muchas pasiones. Incluso, como veremos, pasiones políticas. 

Sea hereditaria o adquirida, la identificación con el denominado 'deporte rey' rebasa fronteras y representa un claro ejemplo de lealtad. Y esto, muchas veces discutido por el sentido de su impacto en la sociedad, se conecta también con un sentimiento político, de manera quizás inevitable. ¿Cómo así? Pasamos a contárselo. 

Para nadie es un secreto que, desde el punto de vista histórico, las competencias deportivas fueron vistas desde un inicio como oportunidades de trasladar cualquier rivalidad bélica al terreno de juego. A lo largo del tiempo esta figura ha ido perdiendo peso con el ascenso del Fair-Play y los mensajes de paz, pero la vibra con que se disputa cada encuentro, en especial en el fútbol, revela que no se trata de una simple pugna atlética. Se trata de defender los colores de un equipo, una causa y en ocasiones una postura ideológica incluso contraria al sistema lucrativo del fútbol moderno.

A.S. Livorno Calcio (Italia)

Fundado en 1915, la Associazione Sportiva Livorno Calcio se rodeó del entorno político de la localidad, marcado por ser la sede donde se fundó el Partido Comunista Italiano. Desde entonces la fanaticada del 'Amaranto' acude a cada encuentro con banderolas y todo tipo de distintivo afín a líderes revolucionarios, como es el caso de Ernesto 'Che' Guevara. Además, la tribuna se convierte en coro cada vez que declama la canción 'Bella Ciao' ante contrincantes de origen fascista. Entre ellos, Lazio, su máximo rival.

Rayo Vallecano (España)

Con registro de fundación en 1924, Rayo Vallecano representa a los más de 1.000.000 habitantes de Vallecas, quienes se caracterizan por ser de diversas razas y culturas.
Producto de la inmigración, el club tomó como uno de sus pilares el discurso antirracista, por lo cual construyó una fundación que -hasta el momento- realiza obras sociales e impulsa campañas de concientización respecto al tema.
Sobre la fanaticada, los 'Bukaneros', ultras del Rayo, promueven cánticos antifascistas y libertarios, además de recibir el apoyo de la banda española Ska-P.

St. Pauli (Alemania)

St. Pauli es reconocido en Alemania por sus peculiares emblemas de piratas y su pública proclamación como club antifascista, antirracista, antisexista y antihomófibo. Tal es así que, al iniciar sus partidos de local, tocan la canción 'Hell Bells' de AC/DC para recibir y 'trabajar a la sustancia' a los rivales de turno. Sus hinchas, en su mayoría mujeres y homosexuales, son parte del movimiento punk y desarrollan una larga rivalidad con los aficionados del Hamburgo, club de seguidores neonazis.
Por si fuera poco, St. Pauli, al igual que Rayo Vallecano, también participó en acciones benéficas y humanitarias, entre las cuales se registra la campaña 'Viva con agua', con la que recaudó dinero para dispensadores de agua dirigidas a escuelas de Cuba.

Chacarita Juniors (Argentina)

El origen de Chacarita se remonta al año 1906, periodo en el que las primeras reuniones de fundación se llevaron a cabo en un local socialista. Cabe aclarar que, en aquel momento, la profesión de futbolista era considerada como amateur, por lo que los futbolistas debían tener un trabajo extra. Es decir, desde sus orígenes Chacarita conservaba ideales de rechazo a lo que vino después: la comercialización y lucro de las actividades futbolísticas.
Entre otras cosas, se destaca a los colores de la camiseta de Chacarita, los cuales no fueron inventados de pura casualidad. En un inicio, la explicación de la casaca roja y negra aludió al movimiento anarco-comunista. Luego se sumaron las tiras blancas por 'consejo' del párroco de la iglesia de la localidad, como un símbolo de pureza.

Fenerbahçe (Turquía)

El Fenerbahçe, cuya traducción al español significa 'faro del jardín', nació en 1907, en cuna humilde. Considerado como el equipo de la clase trabajadora, tuvo que iniciarse en la clandestinidad debido a las leyes de ese entonces que prohibían el fútbol. Galatasaray, su máximo rival, representa a la élite turca y aristocrática.

Corinthians (Brasil)

Al iniciar la década de 1980 y ante la dictadura militar (1964-1985) que perseguía a los sectores democráticos solicitantes de elecciones, Corinthians, bajo el liderazgo de Sócrates, propuso un movimiento interno para salir a jugar los partidos con un lazo amarillo. Éste fue el distintivo que demostraba oposición contra el régimen.

Dentro del terreno deportivo, la conocida 'democracia corinthiana', caracterizada por ser un método de asamblea interna en el que las decisiones se tomaban colectivamente y todos tenían derecho a voto, se popularizó a tal punto de ser un ejemplo de gobierno para el resto de clubes.

Con una muestra alternativa de organización y una clara postura política, Corinthians aportó en el derrocamiento de la dictadura.