La Central Única Nacional de Rondas Campesinas del Perú (CUNARC-P) rechazó los actos de violencia cometidos por el Comité Descentralizado de Rondas Urbanas de Cajamarca contra mujeres de un prostíbulo, y deslindó vínculos con dicho grupo.

En un comunicado de la CUNARC-P, su presidente Ydelso Hernández Llamo, sostuvo que las Rondas Urbanas de Cajamarca no integran orgánica ni institucionalmente a la Central Única Nacional. Asimismo rechazó y condenó enérgicamente el uso de la violencia y ajusticiamientos de cualquier grupo de rondas ya sea campesina o urbana.

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Pese a que Hernández reivindicó que las comunidades campesinas, comunidades nativas y rondas campesinas, como autoridades jurisdiccionales, tienen la atribución de cerrar locales como prostíbulos, aclaró que esto solo se puede hacer "después de un juicio donde se respete el debido proceso conforme a nuestro derecho consuetudinario y cuya sanción no implica de ninguna manera el uso de la violencia".