Aunque muchos lo conocen como literato, tiene un pasado intenso por salas de redacción, labor que finalizó intempestivamente cuando el diario El Comercio, donde él era jefe de la Unidad de Investigación, le impidió publicar una investigación sobre el famoso caso de corrupción conocido como 'los petroaudios', que, precisamente, incluía conversaciones del aprista Rómulo León Alegría. Fernando Ampuero la luchó, pero fue despedido, junto al periodista Pablo O’Brien. 

"Yo estoy vetado en El Comercio desde los tiempos de los petroaudios, cuando me despidieron junto con otros periodistas, por trabajar en esa investigación de corrupción a nivel gubernamental. Martha Meier decretó mi muerte civil. Ya son cinco años que he publicado libros, y no los comentan, ni me hacen entrevistas, y si por ahí ha aparecido alguna vez una línea es porque se les pasó. Este año, en el recuento que el crítico Ricardo González Vigil hace de los libros del 2013, no me menciona... Imagínense ahora lo que sucederá en las elecciones políticas. Imagínense los sesgos, los silenciamientos, las entrevistas a fulano para joder a mengano. ¿Queremos una prensa así?", responde al diario La República en referencia al tema de la concentración de medios.

En esa posible coyuntura electoral advierte que el acaparamiento de medios podría disimular las preferencias de los medios, "pero cuando las papas quemen se tomarán posiciones definidas. Y, bueno, habrá un desbalance".

Está de acuedo con que el presidente Ollanta Humala se haya manifestado sobre el tema porque es uno público y el ciudadano tiene que estar informado por diversas fuentes y opiniones contrastadas. Lo que está en juego -subraya- es la posibilidad de formar criterios en la gente y no ocultar cosas. Sin embargo, discrepa de la propuesta de llevar la discusión al Congreso de la República. "Este es un caso que atañe al Palacio de Justicia y al Tribunal de Garantías Constitucionales", anota. 

No obstante que afirma que la concentración de medios es peligrosa porque el Estado estaría ante un poder equiparable al suyo, por lo que está de acuerdo con los periodistas que han impugnado judicialmente la compra de acciones del grupo Epensa por parte del grupo El Comercio, opina que Epensa no debería pertenecer ni a El Comercio ni a La República. "Hoy El Comercio es superpoderoso en Lima y provincias. Pero en el caso que hubiera comprado La República, esta sería bastante superpoderosa, especialmente en provincias. Un tercer inversionista independiente daría equilibrio y sería la solución", finaliza.

Puedes leer aquí la entrevista completa.

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