El cantante norteamericano Lou Reed, de 71 años, se siente "un triunfo de la medicina, la física y la química modernas", después del trasplante de hígado al que se sometió durante el mes de mayo en un hospital de Cleveland, en Ohio: "soy más grande y más fuerte que nunca", declara.

Su mujer explicó hace unos días que a comienzos de mayo "se moría". Sin embargo, el rockero se recupera satisfactoriamente de su trasplante hepático "a vida o muerte".

Reed asegura en su web oficial que su "pasión" y "dedicación" a la terapia oriental tai chi durante los últimos treinta años han propiciado su satisfactoria recuperación.

El intérprete sufría un fallo hepático cada vez más agresivo y decidió recurrir a una delicada operación de cirugía en mayo de la que no ha estado fuera de peligro hasta la semana pasada.

Venerado en los círculos musicales gracias a su "Walk on the wild side" y la fundación del grupo The Velvet Underground, el artista ha publicado en su sitio web que espera volver pronto a escribir más canciones que conecten "con el espíritu y los corazones" de sus fans.

Con información de El Mundo y Efe