Rusia quedó hoy presa del miedo. En menos de 24 horas, el terrorismo ha golpeado al país con dos atentados que han dejado más de treinta fallecidos en Volgogrado.

Si ayer se producía una explosión en la estación ferroviaria, esta mañana una nueva bomba ha sido detonada en un trolebús en hora de máxima afluencia de pasajeros. El resultado: al menos 15 muertos y más de 20 heridos.

Los ataques fueron causados por un suicida y estarían vulculados entre sí. "El hecho de que la metralla de ambos artefactos explosivos sea idéntica confirma la versión de que ambos atentados están relacionados entre sí. Puede que las bombas hayan sido fabricadas en el mismo lugar", explicó el portavoz del Comité de Instrucción (CI) de Rusia, Vladímir Markin.

A pesar que las autoridades se han abstenido a señalar a los culpables de los atentados, estos fueron perpretados por radicales islamistas. Es más, líderes de la guerrilla islámica que actúa en el Cáucaso Norte amenazaron con realizar ataques para impedir la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno, que se realizarán en la ciudad de Sochi dentro de seis semanas. Las autoridades se preguntan si las medidas de seguridad adoptadas son suficientes para el desarrollo de los juegos. Volgogrado se encuentra a 960 kilómetros al nordeste de Sochi.

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha ordenado a la agencia antiterrorista reforzar la seguridad tanto en Volgogrado como en el resto del país, informa Reuters.