El politólogo Carlos Meléndez consideró como una incoherencia la declaración dada por el presidente de la República, Ollanta Humala, en la que sostuvo que el Estado no puede hacer nada en el tema del proyecto minero Conga porque se trata de un asunto del sector privado. 

"Si el tema Conga hubiera sido un asunto privado, ¿por qué dar un mensaje a la Nación diciendo que Conga va? El primero que politizó el tema Conga fue Ollanta Humala. Hay temas que no merecen ser politizados porque hay formas más institucionales de alentar la inversión privada en el país", expresó en entrevista a RPP.

En ese sentido, Meléndez criticó el actual modelo económico, defendido por aquellos que critican una posible intervención estatista derivada de una ideología extrema, sin tomar en cuenta que con ello avalan un 'extremismo ideológico' de derecha.

"Hay que ser críticos con el modelo de crecimiento económico. Hay un extremismo ideológico de derecha que cree que esto se debe profundizar sin ver problemas de fondo de la sociedad peruana como el nivel de la informalidad. Este es el único país que tiene 70% de la PEA (Población Económicamente Activa) relacionada con el sector informal. Eso pasa en países pobres, no en uno con la clase media ancha (...) No podemos seguir tolerando, en un país como el Perú que es modelo de crecimiento para algunos, que en Cajamarca, la zona donde está concentrada la inversión minera, sea la única región en recesión. Ahí te das cuenta de las inconsistencias de este modelo", señaló.

Para Meléndez, el 'oxígeno' se le va agotando al Gobierno a mitad de la gestión, por lo que no dudo en considerarlo un 'lame duck adelantado', aduciendo la expresión utilizada por los estadounidenses para referirse a una gestión gubernamental que ya se encuentra en su último año.

"Este gobierno es un lame duck (pato cojo) adelantado, al haber perdido oxigeno político en los primeros meses (...) El gobierno ha tratado de basar su apoyo político en 'los antis'. El antifujimorismo, el antiaprismo, pero claro, no es un apoyo político propio. Eso ha generado que se enfrente a los partidos políticos más organizados que hay en el país", expresó.

Finalmente, dijo no creer que existe un poder paralelo, pero criticó que el gobierno no haya sido capaz de eliminar los rezagos del fujimontesinismo que aún se mantienen.

"Estamos viviendo un post montesinismo. Esta suerte de microempresas de seguridad, que no conforman un poder paralelo pero si una especie de camarillas que pululan alrededor de temas de seguridad y que son los caseritos de muchas empresas. Que generan intereses particulares que están vulnerando la seguridad (...) Si un gobierno dirigido por un militar no es capaz de terminar con los problemas de seguridad que hay en el país, está fracasando en la promesa que le dio a sus electores", puntualizó.

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