Comenzó la ansiada tregua con motivo de las festividades navideñas. La guerra en Colombia respirará 30 días por el alto el fuego que decretó la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Lo anunció la semana pasada el jefe guerrillero y negociador Pablo Catatumbo desde La Habana, donde, desde hace ya un año, se llevan a cabo las negociaciones de paz para poner fin al conflicto armado. 

“Así sea de manera unilateral, procedemos a ordenar a todas nuestras unidades guerrilleras y milicianas un cese de fuegos y hostilidades por 30 días a partir de las 00:00 horas del próximo 15 de diciembre”, dijo Catatumbo.

Eso sí, las FARC advirtieron que actuarán si son atacados y que responderán "sin dilación alguna" a cualquier operación de las Fuerzas Armadas. Por ello, manifestaron su deseo de que el gobierno responda al cese unilateral de fuego "ordenando un alto en su ofensiva", hecho que no está en los plantes del presidente Juan Manuel Santos. 

"Somos optimistas de que esa paz se pueda lograr. Pero para lograrla necesitamos continuar con la ofensiva, necesitamos mantener la presión hasta el último día. Porque todavía el camino por recorrer es largo, lleno de obstáculos, lleno de enemigos", dijo el presidente el viernes en un acto de ascensos del Ejército.

Por el momento, la guerrilla cumple su palabra. Las autoridades no han reportado incidentes con el grupo armado o ataques en el país. Sin embargo, el sábado se asesinó al comandante de la estación de Policía de La Vega, en el departamento del Cauca (suroeste) y al subcomisario Juan Carlos Guerrero Medina, en un ataque relacionado con el conflicto armado.

Aun así, colectivos saludaron ayer la iniciativa mediante una carta en la que expresaron su deseo de que "ojalá fuera indefinido" el cese al fuego de la temporada decembrina.

Es la segunda vez que las FARC decretan un alto el fuego desde que se iniciaron los diálogos de paz. El primero, también durante la época navideña,  coincidió con el arranque de las negociaciones y duró dos meses, 

Un conflicto sangriento

Cerca de 220,000 colombianos han perdido la vida entre 1958 y 2013 a causa del conflicto armado interno, de los cuales alrededor de 176,000 eran civiles, según se desprende del informe '¡Basta ya! Colombia: memorias de guerra y de dignidad' publicado en julio.

Eso no es todo. El documento, elaborado por el Grupo de Memoria Histórica de Colombia (CNMH), indica que solo en los últimos treinta años se han registrado 25.000 personas desaparecidas y 4.744.046 desplazadas. Además, se han perpetrado al menos 1.982 masacres, el 59% de ellas atribuidas a los grupos paramilitares, el 17% a los grupos guerrilleros y el 8% a las fuerzas del Estado.

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