El 3 de octubre la tragedia de Lampedusa dejó un saldo de 366 muertos en un naufragio que acaparó la atención internacional y escandalizó al mundo entero. Sin embargo, el goteo de personas que arriesgan sus vidas para escapar de situaciones de pobreza o violencia, es más común de lo que imaginamos. En total, durante este año, 16 millones de personas abandonaron sus países por la guerra, el hambre o las catástrofes naturales, informa Efe.

Las cifras son alarmantes. Durante el primer semestre de 2013, el número de sirios que abandonaron sus hogares (1,1 millones) igualó la cifra total de personas exiliadas en 2012 en todo el mundo. 

En el caso del conflicto sirio, la población civil es la que más sufre. A mediados de noviembre, 2,2 millones de sirios escaparon de una guerra civil con más de 100,000 muertos. Un éxodo masivo que en seis meses se ha duplicado. En agosto el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) llegó a registrar, en tan solo cinco días, la salida de 30.000 refugiados sirios al país vecino, siendo la mitad de ellos niños. Es más, el éxodo masivo amenaza con triplicarse para principios del año próximo, según los últimos datos de la ONU.

El drama es mayor en el caso de los niños. Ya son 1,2 millones los menores de 18 años y de ellos el 75% tiene menos de 12 años. Los menores están cargados de "cicatrices físicas y emocionales" y "expuestos a abusos, explotación y reclutamiento", unos 3,700 niños sirios viven en el Líbano y Jordania, según el último informe de ACNUR.

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