La relación de Nicolás Maduro con los seguidores del chavismo venezolano es, sin duda, distinta a la que sí logró el líder histórico del movimiento, Hugo Chávez. Esto puede pesar en el marco de las elecciones municipales de hoy. Y es que, si los rivales del oficialismo venezolano logran adjudicarse la mayoría de alcaldías y concejos, el ambiente de polarización en el país se hará más fuerte con una oposición mejor consolidada.

Pero, ¿qué invita a pensar en un eventual escenario como el mencionado? La respuesta, más allá del poco carisma de Maduro, parte del antecedente de las elecciones presidenciales que resultaron en una estrecha  diferencia (1,5%) entre el autodenonimado 'Hijo de Chávez' y el líder opositor, Henrique Capriles. Esto generó una fragmentación casi proporcional, con algunos chavistas que expresaron su desconfianza hacia el nuevo 'líder' y cedieron su voto a Capriles.

Jorge Roig, cabeza de la empresa comercial Fedecamaras, realizó duras críticas a las prioridades del gobierno. "Necesitamos medidas que no sean improvisadas, medidas que logren privilegiar la producción en Venezuela. Estas medidas no deben ser pensadas solamente para el corto plazo, requerimos de soluciones que generen estabilidad y confianza", sostuvo a la cadena Aljazeera.

A pesar de las últimas cifras sobre reducción de pobreza publicadas por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en la que Venezuela registra una disminución de 5,6%, Maduro deberá lidiar con una oposición hambrienta de presencia en el espectro político y una población indecisa sobre su accionar gubernamental.

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