El 3 de octubre del año 2010, Susana Villarán se convirtió en la primera mujer alcaldesa de Lima elegida por medio de elecciones, luego de derrotar a Lourdes Flores Nano por menos del 1% de las preferencias. 

A menos de un año de iniciada su gestión, Villarán entregó, como había prometido en campaña, un informe detallado de la doble gestión (ocho años) de su antecesor Luis Castañeda Lossio. La primera parte del estudio se centró en el gasto innecesario de recursos, la falta de transparencia, la inflación de presupuestos y la entrega de obras inconclusas; mientras que la segunda parte estuvo dedicada al principal escándalode corrupción que enfrentó el exalcalde: el caso Comunicore.

La respuesta de Castañeda no se hizo esperar. Aunque no se puede decir que lideró la campaña de revocatoria a la alcaldesa Susana Villarán por presunta ineficiencia e incapacidad (pese a llevar solo un año en el cargo), varios polémicos personajes, encabezados por el pintoresco Marco Tulio Gutiérrez, supuesto experto en temas municipales, impulsaron la búsqueda de las firmas que permitieran la consulta popular de revocatoria con una sola intención: expulsar a Susana Villarán de la Municipalidad de Lima.

Luego de una serie de idas y vueltas, estas elecciones se llevaron a cabo el pasado 17 de marzo, con una millonaria e inútil inversión de parte del Estado y un gran esfuerzo de los electores (y en especial de los miembros de mesa) para capacitarse en el que fue considerado el proceso electoral más largo de la historia del Perú (en promedio, el voto tardó el triple del tiempo permitido).

Pese a los esfuerzos de los revocadores y a la aparición de Luis Castañeda en el último tramo de aquella campaña, el objetivo que perseguían no se cumplió. La ciudadanía le dio -nuevamente- su respaldo a la cuestionada Susana Villarán. Sin embargo, algo que no esperaban los revocadores sí se cumplió: gran parte de los regidores fueron revocados, entre ellos el hijo del propio Castañeda, y por ley se tuvo que convocar a una nuevas elecciones (las de este domingo 24) para reemplazar a los regidores accesitarios que asumieron el cargo por emergencia desde marzo. Este proceso que demandará un gasto aproximado de 100 millones de soles, según reveló el propio Jurado Nacional de Elecciones (JNE).

Con la finalidad de conformar el nuevo Concejo Municipal de Lima, se han inscrito 143 candidatos que permanecerán en el cargo solo por 12 meses, el tiempo que le quedaba a los regidores revocados.

En total son siete organizaciones políticas que solicitaron la inscripción de sus listas para reemplazar a los accesitarios. Estas agrupaciones fueron Tierra y Dignidad, el Partido Popular Cristiano (PPC), el Partido Humanista Peruano, Siempre Unidos, Perú Posible, Acción Popular y Somos Perú.

De estos, el primer partido, encabezado por la actual regidora accesitaria Marité Bustamante, intentará reforzar la bancada de Fuerza Social, ya que tras la revocatoria el oficialismo quedó solo con 18 regidores que deberán abandonar su cargo desde el 24 de noviembre.

Sin embargo, cabe mencionar que la tarea no será nada fácil si se toma en cuenta que el Partido Popular Cristiano (PPC) es actualmente la segunda fuerza política en la municipalidad. El pasado 17 de marzo solo fueron revocados dos regidores de esta agrupación, por lo que su cuota dentro de la comuna capitalina podría aumentar luego de este 24 de noviembre, un resultado poco favorable para la bancada de Fuerza Social.

La situación es alarmante si se toma en cuenta que en el último año de gestión es cuando se supone que los grandes proyectos y obras impulsadas por la Municipalidad se deben concretar, como el programa bandera 'Vía Parque Rímac', 'Barrio Mío', entre otras, lo cual sin duda obligará a un debilitado oficialismo a buscar -a como dé lugar- un consenso con la oposición. El escenario, sin duda, es incierto para Lima.

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