Cuando ingresé a San Marcos mi tipo de música era muy del estilo The cure, Clan of Xymox o Sisters of Mercy. No negaré que era muy reticente y hasta intolerante ante otros tipos musicales. Claro que el asunto cambió durante las amanecidas con los amigos o las visitas nocturas a los legendarios "Carpediem" y "Sky". No obstante, debo a Lenin Heredia y César López mi iniciación en los boleros y baladas. En la casa de César eramos asiduos de José Feliciano, Roberto Carlos y, sobretodo, José José.

Andando el tiempo, en mis años de librero eficiente, un compañero de trabajo me presentó a Raphael: en los ratos libres imitaba sus poses y puedo asegurar que los altos vocales le salían casi idénticos. Con su camisa negra, con el movimiento de sus manos y los gestos, esa interpretación única, Raphael se convirtió en el cantante de las noches, de esos que escuchas antes del sueño, para relajarte y saborear despacio la letra, los arreglos, la voz.

Raphael es una recurrencia acaso porque siempre me ha atraído la parafernalia, el espéctaculo. Pero lo que realmente me atrae de él es su dramatismo. Por causa natural este gusto me volvió un coleccionista de sus películas, incluso me he visto más de una vez "Al ponerse el sol" (1967) y "Digan lo que digan" (1968),

Hace unas semanas me encontré con amigos que aún guardaban de mí la imagen del chico gótico de los pasillos de Letras y cuando puse mi USB para amenizar la velada se sorprendieron cuando comenzaron a sonar las canciones de Rafael. Les explique que más allá de los encasillamientos era digno reconocer el poder de su voz, su interpretación casi actoral. Luego surgieron algunos debates: ¿cuál es la mejor versión de "Ella ya me olvidó", la de Raphael o Leonardo Favio?, ¿quién intrepreta mejor "La noche", Raphael o Salvatore Adammo?

Motivado por esta anécdota, y por su próxima visita a Perú en el 2014 , he pensando en cuáles son las 10 canciones de Raphael que deberían escucharse antes del fin de los tiempos. Finalmente, todos tenemos una canción de Raphael que recodar y que cantaremos entre desamores o festejos.

1. Estar enamorado

Pues Raphael lo expresa de forma clara y sencilla: si estás enamorado te vuelves un revoltijo, te enredas, te conviertes en un receptáculo de sentimientos; con la sensibilidad a flor de piel las noches se vuelven días, te salen alas. Está canción compuesta por Manuel Alejandro es una que no debes dejar de escuchar, sobretodo si estás empilado y te quieres creer el "tórtolo de los tórtolos".

2. Cuanto tú no estás

Aquí está el dramatismo de Raphael en toda su plenitud, sobretodo cuando canta "No sé si es todo como antes, pero a mí me falta como el aire" (percibes el quiebre de la voz que agudiza el sentimiento de pérdida). Con los registros vocales altos, Raphael no da tregua y cuando llega el momento de los bajos (ese "Laura, Laura, Laura") simplemente te escarapelas. Y la voz se vuelve una mezcla de soledad, dolor, angustia y desesperación. En verdad te lamentas que Laura se haya ido y hasta quisieras saber su teléfono o dirección para ir a buscarla y decirle que el pobre Raphael la anda extrañando hasta los huesos.

3. Yo soy aquel

Raphael se reconoce como el amante incansable, "el hincha", el que no desiste, "el que por tenerte da la vida" y que "estando lejos no te olvida". En el segundo tiempo la canción se vuelve una toma de posición firme frente al amor: yo, y no otro, "estoy aquí, aquí para quererte".

4. No vuelvas

Esta es para poner las cosas en claro. Si te falta poco para reconciliarte con tu enamorada no está demás dedicarle esta canción. Raphael habla por ti y con intensidad, como muestra sirvan estas palabras: "si tú sigues como ayer, no vuelvas".

5. Cierro mis ojos

Una canción para los primeros amores o, en todo caso, para crear esa atmósfera de inocencia o ternura: "cierro mis ojos para que tú mires y no tiembres". Lo que sorprende, nuevamente, es esa facilidad para cambiar de registros: todo inicia con calma y de repente Raphael despliega toda su potencia y además confiesa: "puedes hacer lo que quieras conmigo".

6. Estuve enamorado de ti

Pues si tu flaca te ha dejado y ya te recuperaste algo de la caída y no te queda sino mandarle un mensaje a su muro de Facebook la canción ideal podría ser esta. En todo caso podrías cantarla a todo pulmón en tu cuarto como forma de catarsis.

7. Balada triste de trompeta

Esta canción tiene dos interpretaciones memorables. La primera es de la película "Sin un adiós" (1971), cuando Raphael sale vestido como payaso; la segunda, durante su visita a Lima y con el acompañamiento de Tito Chicoma. Esta es la composición de la memoria herida, de los recuerdos infaustos que no pueden evitarse. La forma en que Raphael imita gritos de lamentación no dejará a nadie indiferente .

8. Como yo te amo

Tienes que dedicarle esta canción a tu enamorada. La letra podrá parecer exagerada, pero es efectiva. Además que la canción indica puntualmente la calidad del amor que se otorga: "como yo te amo, convéncete, nadie te amara". Los motivos, los porqué que Raphael se encarga de resaltar con su fuerza vocal sirven en más de una lidia amorosa.

9. Que nadie sepa mi sufrir

Composición del argentino Ángel Cabral, seguramente debes haberla escuchado en la versión que hacen Marisol (claro, con el nombre de "Amor de mis amores"). Aquí Raphael interpreta de tal forma que toda la canción parece un coqueteo, aunque la intención de la letra sea más bien el del amante derrotado que trata de esconder su dolor.

10. Escándalo

Si bien me suena a un Raphael más tropical, no deja de ser una de las infaltables en alguna reunión familiar, en ese punto en que ya todos se ponen a corear a viva voz: ¡Escándalo, escándalo, es un escándalo!