Nikon acaba de lanzar oficialmente su nuevo modelo de réflex: la Nikon DF (digital fusion o fusión digital). Un concepto con el que se busca fusionar lo mejor de los dos mundos fotográficos, el análogo y el digital. Del primero rescatan el estilo retro, del segundo la tecnología.

La moda retro (hipster) vuelve.

Jugando con ese deseo que nos invade en la época actual, Nikon ha decidido dar una vuelta atrás en sus diseños. A pesar que el acabado clásico acaba justo en la parte posterior, donde la inclusión de la pantalla trasera resta parte del encanto que tiene un diseño de este tipo.

Todo es parte del precio a pagar por el uso de la nueva tecnología. Como vemos a continuación, el acabado es muy similar al resto de modelos réflex de Nikon, unas líneas, que, extrañamente, rompen la estética retro de la parte delantera, frontal, superior y ambos laterales.

Principales características:

- Sensor CMOS FX de 16.2 Megapíxeles.

- Procesador de Imagen EXPEED 3.

- Sistema de Autofocus de 39 puntos con 9 de ellos en cruz.

- Compatible con todos los objetivos AF-S, Af-D y AF de Nikon.

- Diales mecánicos dedicados para la velocidad de obturación, ISO, compensación   de la exposición, modo de exposición y modo de disparo.

¿Cuánto le cuesta, cuánto le vale?

El precio se sitúa en los 2900 euros aproximadamente, incluyendo en el kit un Nikkor 50mm AF-S f/1.8. Esto supone un precio demasiado alto para disfrutar de ese “estilo retro” que nos ofrece la cámara. Hay que tener en cuenta que con mucho mejores prestaciones y un precio similar encontramos la Nikon D800 o la propia Nikon D4. ¿Estaremos dispuesto a pagar ese precio por la cámara más hipster del mercado?