El juez supremo Segundo Morales tiene en sus manos el futuro de Alberto Fujimori. En 48 horas deberá hacer pública su decisión respecto al pedido de Fujimori de cambiar su pena de cárcel por en arresto domiciliario. 

Morales presidió la audiencia en la que el Juzgado Supremo de Instrucción escuchó los argumentos de la defensa de Fujimori, realizada en un ambiente del penal de Barbadillo, sede de la Diroes de la Policía Nacional.

William Castillo, abogado defensor de Fujimori inició su intervención alrededor de las 3.30 pm. En su alocución, ha intentado valorar el gobierno de Fujimori, su propia carrera como abogado, el estado de salud del ex dictador y "diversos argumentos de orden sentimental", tal como los calificó Iván Quispe, el Fiscal Supremo Adjunto. "Esperábamos escuchar la argumentación específica respecto al pedido concreto que nos convoca", se quejó Quispe.

Durante la audiencia, hasta en tres oportunidades Fujimori se midió él mismo la presión arterial, empleando el tensiómetro que exhibió ante la prensa durante la primera audiencia del juicio oral por el caso denominado "diarios chicha".

El abogado de la parte civil, Carlos Rivera no se presentó en Diroes. Ayer declaró que consideraba irregular la audiencia, debido a que la ley no considera la figura de arresto domiciliario en el caso de sentenciados por delitos graves, como es el caso de Fujimori.

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