Esta vez se llegaron a rescatar la escalofriante cifra de 800 inmigrantes. Ayer, la Guardia Costera realizó cuatro operaciones dentro de la nueva misión Mare Nostrum del ejército italiano en el Canal de Sicilia. El resultado confirma la oleada de casos del horror que esconde la llegada de barcazas de ilegales que atraviesan el Mediterráneo.

Así, la noche de ayer se encontraron dos barcazas con 200 personas a bordo cada una. No fueron las únicas. Una patrullera de la Guardia Costera también rescató a 95 inmigrantes eritreos, y un barco mercantil colaboró en el rescate de otras 80 personas que iban a la deriva. Lo más llamativo es que todos los casos, precisamente,  tuvieron lugar frente a las costas de la isla de Lampedusa, donde se hundió un navío en el que viajaban más de 500 inmigrantes y dejó a 366 fallecidos hace menos de un mes. Justo como medida, se inició una misión  humanitaria de vigilancia en el Mediterráneo,  propuesta por el Gobierno italiano, y que registro ayer el mayor rescate desde que inició. 

Los pasajeros de una de las embarcaciones fueron llevados al centro de acogida de la localidad, que presenta un desborde al concentrar a 718 personas, a pesar de tener una capacidad de apenas 250. Se repite por lo tanto la situación que llevó a vecinos de Lampedusa a criticar a las autoridades: "Ignoradlos. Los tenéis en la conciencia.", "Basta con las pasarelas", "Los derechos de los lampedusanos a la deriva", afirmaban. La mayoría de los inmigrantes son sirios, y hay 53 menores y 39 mujeres, algunas embarazadas. 

Aunque el tema migratorio cobró importancia en la agenda europea tras los sucesos, todo ha quedado por el momento en las buenas intenciones. No importó que la alcaldesa de Lampedusa, Giusi Nicolini, viajara a Bruselas para presionar a los dirigentes europeos y solicitarles que cambien las reglas para obtener el derecho al asilo de los inmigrantes rescatados. 

Tampoco tuvo efecto la presión del jefe de gobierno italiano, Enrico Letta que defendió la importancia del tema migratorio: "Nos peleamos para imponer el tema de las migraciones y para que las conclusiones prevean un contenido operacional", explicó hoy Letta.

Sin embargo, la cumbre de la UE dejó el debate sobre inmigración relegado a un segundo plano. Los líderes indicaron la necesidad de tratar el asunto en origen y promover la solidaridad entre Estados miembros, pero retrasaron la cuestión a la cumbre de junio de 2014.  

"Hemos acordado que debe adoptarse una acción decidida para prevenir la pérdida de vidas y evitar que tragedias de este tipo vuelvan a ocurrir", dijo el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en una rueda de prensa al término de la reunión.

Ahora serán claves las elecciones en mayo en el Parlamento Europeo, que podrían terminar por reforzar la presencia de nacionalistas y xenófobos, dificultando entre otros elementos, el derecho al asilo de los sin papeles. Por el momento, las tendencias no son muy esperanzadoras...

Con información de AFP, EFE, Reuters

Noticias relacionadas de LaMula:

UE: Espionaje de EEUU puede dañar colaboración de inteligencia

Vecinos de Lampedusa gritan “¡asesinos!” a Letta y Barroso

Lampedusa, un cementerio