Ecuador protagoniza uno de los juicios más largos y controvertidos con la petrolera Chevron por varios casos de contaminación ambiental tras la explotación de varios yacimientos entre 1964 y 1992 en la selva amazónica, junto con la paraestatal Petroecuador. 

En el año 2011, la Justicia ecuatoriana condenó a Chevron a indemnizar a la población de Lago Agrio, en la Amazonía, con 19.000 millones de dólares. Sin embargo, la petrolera estadounidense busca que un tribunal de Nueva York declare fraudulenta dicha sentencia.

Además, Chevron inició un juicio ante la Corte de La Haya para librarse de la sentencia, situación que el Gobierno de Ecuador ha rechazado como un intento de la petrolera para eludir su responsabilidad en los daños ambientales.

Sin embargo, el dato que llama la atención al propio Gobierno es que si dicho Tribunal fallara contra Ecuador supondría que tendrían que devolverle los 19.000 millones de dólares. El canciller Ricardo Patiño ha advertido que Ecuador podría quebrar con ese fallo, ya que esa cifra representa un “20% del Producto Interno Bruto del país” y significaría “entregar prácticamente todas las exportaciones ecuatorianas, que llegan a los USD 24 000 millones”.

Por este motivo, el gobierno de Rafael Correa lanzó el 17 de septiembre pasado la campaña ‘La mano sucia de Chevron“ para denunciar el intento de la petrolera de desconocer el fallo de la justicia ecuatoriana.

Hace unos días, durante la pasada Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, la delegación de Ecuador pidió a sus socios en la comunidad "unir su voz" para respaldar los reclamos del país sudamericano en el litigio que mantiene con la petrolera estadounidense Chevron.

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