Cuando la prensa le pidió al alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, que opinara sobre las recientes incursiones del reconocido grafitero Banksy en los muros y superficies de la Gran Manzana, él dijo: "He dejado el tema en manos de nuestro Departamento de Asuntos Culturales, pero el grafiti arruina la propiedad pública y es un signo de decadencia y pérdida de control".

Para alguien que ha plasmado su arte en distintos espacios urbanos y paredes del mundo, la opinión del alcalde de NY para Banksy no debe significar alguna forma de impedimento para seguir grafiteando en las calles.

Cada día, el artista británico interviene en Nueva York, y registra diariamente sus trabajos en su web (http://www.banksyny.com/). Esto es parte de su proyecto "Better out than in", una suerte de "residencia" artística en la popular ciudad.

Volvamos con el alcalde Bloomberg, y su respuesta para la prensa sobre las intervenciones urbanas. "El arte es arte, y nadie lo apoya más que yo, pero arruinar y desfigurar la propiedad pública o privada no es mi definición de arte". Y terminó agregando algo que dibuja ligeramente el abismo entre dos personalidades en posiciones casi disímiles: "Puede ser arte, pero no debe ser permitido y eso es exactamente lo que dice la ley". 

Así contó ABC.es sobre lo que ocurre detrás de lo que se le dice a la prensa y en la misma calle:

Dicho y hecho, porque hace solo unos días «The New York Post» llevaba a portada un llamativo titular en el que aseguraba que la Policía de Nueva York había recibido tajantes órdenes para «capturar» al grafitero. Es más, una de las obras que representaba el perfil de Manhattan con las Torres Gemelas al fondo fue borrada por varios agentes, que tuvieron que afanarse con agentes químicos, productos abrasivos y agua a presión para eliminarla. Como era de esperar, Banksy reaccióno reproduciendo la portada del medio en su web y asegurando: «No creo lo que leo en los periódicos».