Digna de un Óscar o de un titular de 'diario chicha'. La forma en la que el exdictador Alberto Fujimori se presentó esta mañana en la audiencia inicial de su nuevo juicio dejó la sensación de ser en realidad una performance estudiada para mostrar públicamente el deterioro físico que justificaría su liberación.  ¿Pero por qué más de uno no termina de creer en la fragilidad del exmandatario? 

1. ¿Por qué asistir?

Si la salud del exdictador no era óptima, ¿por qué se presentó en la audiencia y no comunicó su defensa la situación? La sala, tras una evaluación médica podría haber reprogramado el inicio del proceso sin necesidad de exponer mediáticamente al acusado.

2. La apariencia

Durante las audiencias por los juicios que ya ha enfrentado anteriormente, Fujimori se presentaba siempre en terno e incluso con un maletín. Sin embargo, hoy parecía que literalmente se hubiese levantado de la cama. Solo le faltaban las pantuflas. Despeinado, con una chompa negra sobre un polo blanco y un pantalón crema, además de presentarse sin gafas. Además del paso lento que contrasta con las enérgicas grabaciones de voz que ha compartido últimamente a través de su cuenta en Twitter.

3. La maletita y el tensiómetro

Fujimori ingresó a la sala en compañía de su médico y portando un pequeño estuche en el que llevaba un tensiómetro que posteriormente se colocó él mismo. Más allá de los resultados que este arrojara, llamó la atención la manera en que estratégicamente puso el indicador sobre la mesa, de forma que la prensa pudiera captar la imagen de los niveles de tensión que este presentaba.