Tardó una semana, pero finalmente, el primer ministro italiano, Enrico Letta, visitó Lampedusa, donde todavía se siguen rescatando cadáveres de entre los restos del navío hundido en el que viajaban más de 500 inmigrantes, de los cuales al menos 289 perdieron la vida y se estima que puede haber otras 70 víctimas en el interior. El mandatario fue acompañado por el presidente de la Comisión Europea, el portugués José Manuel Durão Barroso en un no muy agradable recibimiento acompañado al grito de "vergüenza", ¡Asesinos!”.   

Y es que los habitantes de la isla no solo están indignados por una tragedia que es cotidiana, sino también por las pésimas condiciones del centro de acogida. Así, los inmigrantes realizaron anoche una protesta ante los medios de comunicación presentes para mostrarles las condiciones infrahumanas en las que se encuentran ya que duermen a la intemperie a pesar del frío. 

Por ello, los manifestantes consideran una "vergüenza" que no estuviera prevista la visita al centro de acogida de inmigrantes que se encuentra completamente desbordado ya que aloja a más de 1,000 personas, entre ellos decenas de menores, mientras que tiene una capacidad de 300. "Ignoradlos. Los tenéis en la conciencia.", "Basta con las pasarelas", "Los derechos de los lampedusanos a la deriva", son algunas de las pancartas que mostraban.

Aunque medios italianos explicaron que los representantes de la UE pueden cambiar su programa y visitar la estructura, lo que sí han visitado, acompañados por la comisaria europea de Interior, Cecilia Malmstrom, es el hangar del aeropuerto, transformado en un cementerio con casi 300 ataúdes. El primer ministro italiano se ha arrodillado para dejar un ramo de flores. Por su parte, la comisaria Malmstrom escribió en su cuenta de Twitter: “Un inmenso dolor frente a los 280 ataúdes de Lampedusa. No es digno de Europa”.

Tras el naufragio, el Gobierno italiano pidió a Europa que se tome sus responsabilidades para contrastar la llegada de inmigrantes y evitar que se vuelvan a producir estas tragedias. Así, la visita se produce, después de una reunión del Consejo de Ministros de Interior de la UE en Luxemburgo, para la creación de un grupo de trabajo que estudie la forma de frenar la llegada de inmigrantes irregulares a través del mar. Un objetivo será dotar de más medios a la agencia europea para la Gestión de Control de las Fronteras Exteriores (Frontex) para que vigile las aguas desde Chipre hasta España.

Es más, el Gobierno italiano había pedido además de ayuda para controlar las fronteras y también modificar los acuerdos de Dublín (Convención de Dublín), sobre los cupos de ingreso de inmigrantes. Sin embargo, ya no se podrá recuperar la vida de los casi 500 inmigrantes que buscaban un futuro mejor.

Con información de Agencias

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