"Ni reserva laboral, ni despidos", es el lema de los empleados públicos griegos para hacer frente a una crisis que no parece tener fin. No son los únicos: la huelga tiene paralizados a los docentes de secundaria, los trabajadores de la administración municipal, los empleados de las cajas de la Seguridad Social y oficinas de Empleo, el personal de administración de las universidades, e incluso algunos empleados del sector privado. Es más, ayer se sumaron los trabajadores portuarios y pilotos de embarcaciones. 

Y prometen dar guerra: "Seguiremos la huelga hasta allá donde podamos. Son días difíciles porque cada día nos cuesta mucho, pero seguiremos porque creemos que podemos vencer. Y si no vencemos, al menos evitaremos que tomen nuevas medidas en los próximos meses", aseguraba Jrysí, empleada de la Universidad Económica de Atenas.

Ayer, comenzó la segunda gran acción de protesta del mes, una huelga de 48 horas. Varios miles de funcionarios se manifestaron en las calles de Atenas para protestar contra los despidos de empleados públicos pactados entre el Gobierno y la troika -Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)-.

Recortes y más recortes

Bajo el nuevo esquema denominado "reserva laboral", en el que participarán 25,000 funcionarios, se prevé el traslado forzoso o despido de los afectados en un plazo de ocho meses después de haber recibido la orden.

Lo que está en juego es mucho. Durante ese periodo el trabajador afectado recibirá el 75% de su sueldo, pero puede ser trasladado a cualquier otro puesto en el que haya vacantes. En caso de que no exista esta posibilidad y no encuentren utilidad al trabajador, este será despedido al término de los ocho meses. 

En total, se espera el despido de 4,000 personas hasta fin de año y 11,000 más el próximo, condición impuesta por los acreedores internacionales.

"Hace cuatro años éramos 16.000 trabajadores en el Ministerio de Economía y Hacienda. Ahora somos 9.700 y poco a poco otros 1.500 se retirarán. Así que el Ministerio cada vez funciona peor porque se ha incrementado el trabajo que debemos hacer y ha disminuido el personal", explicaba por su parte Yannis, funcionario de una oficina de Hacienda desde hace 30 años.

La protesta de ayer, convocada por la confederación de sindicatos de empleados públicos (ADEDY), reunió a 5,000 personas, según los medios locales, y recorrió el centro de la capital helena para culminar en el Ministerio de Reforma Administrativa, en donde su titular, Kyriakos Mitsotakis, estaba reunido con los jefes de misión de la troika. 

"El ministro pidió a los representantes de la troika que la segunda ola de funcionarios que entrarán en el esquema de reserva laboral sea retrasada hasta febrero, en vez de al final de diciembre, como está previsto por el memorándum", dijo una fuente del Ministerio. "Los representantes de la troika prometieron dar su respuesta antes del viernes", añadió. 

Los representantes de la troika ya se habían quejado de los retrasos en la reducción de personal del sector público, pero el problema despierta fuerte oposición en Grecia, lo que podría poner en apuros al gobierno.

Y es que la avalancha de huelgas de estas semanas coincide con la visita de la troika en una crucial misión en la que se examinará el estado de las cuentas griegas y las reformas pendientes. Para la transferencia del nuevo tramo del rescate financiero aprobado el pasado año se necesita un resultado positivo de este examen.

Simos Kedikoglu, portavoz del Gobierno griego, aseguró que las negociaciones "progresan" y que "la imagen (de Grecia) está mejorando" pues los acreedores internacionales creen que las reformas "proceden a un ritmo satisfactorio". ¿Qué será de Grecia?

Con información de Diagonal.net, Efe, Retuers, DW

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