Cinco reacciones del cuerpo al mentir
La ciencia ha podido detectar algunas reacciones corporales cuando las personas mienten.
En este enlace, la desmitificación de la afirmación venida de las canteras de la programación neurolingüística sobre las mentiras y la dirección de tu mirada.
Las reacciones comprobadas son las siguientes:
1) Efecto Pinocho
Se refiere a un cambio de temperatura en la nariz de la persona, ya sea que aumente o disminuya. El cambio también puede darse también en la zona del músculo orbital, en la esquina interna del ojo; es difícil de percibir.
Según han observado Emilio Gómez Milán y Elvira Salazar López mediante termografía, del departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Granada, si realizamos un gran esfuerzo mental, desciende la temperatura en nuestra nariz; mientras que ante un ataque de ansiedad, se produce una subida general de la temperatura facial (Más)
2) Menos presión, mayor resistencia a engañar
Bajo estrés y con la exigencia de una respuesta rápida conseguirás una mentira segura, así que si quieres la verdad será mejor darle tiempo a tu interlocutor de formular sus ideas de manera tranquila. Psychological Science mencionó que cuando tienen más tiempo para reflexionar, restringen mucho la cantidad de mentiras y se resisten a engañar.
3) A más mentiras, más sustancia blanca
La estructura del cerebro entre una persona honesta y una mentirosa sin control es distinta. Un equipo de investigadores de la Universidad de California del Sur (EE.UU.) descubrió que los embusteros tienen un 22% más de sustancia blanca que de sustancia gris. (Más)
4) Mejor salud para los honestos
Decir la verdad mejora la salud física y mental de las personas, según un estudio titulado “Ciencia de la Honestidad”. Expertos de la Universidad de Notre Dame realizaron un estudio con cientos de pacientes comprobando que si se les pedía que redujeran el número de mentiras, transcurridas diez semanas, su salud física y mental había mejorado notablemente.
5) Arritmia Gástrica
Científicos de la Universidad de Texas emplearon simultáneamente electrocardiogramas (para el corazón) y electrogastrogramas (para el estómago), y descubrieron que el estómago detecta embustes. El resultado: las arritmias gástricas aumentan al mentir.
Si es por una cuestión de salud, mentir no sale a cuenta.
Con información de Planeta Curioso, ElMundo.es, Association for Psychological Science, PLOS One.
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