Chino con 'ch' de chatear. Por si no fuese suficiente con las cartas que de vez en cuando pretende convertir en noticia de primera plana, el exdictador Alberto Fujimori 'debutó oficialmente' en redes sociales este jueves al anunciar que empezará a escribir sus memorias en Facebook y Twitter. 

La decisión de Fujimori de incursionar en el ciberespacio ha generado un debate sobre si se le debe permitir a una persona privada de su libertad el manejo de este tipo de medios, teniendo en cuenta la opinión de muchos que consideran que la verdadera intención es la de intentar defenderse de los delitos por los que fue sentenciado a 25 años de prisión.

El congresista Alejandro Aguinaga, médico personal de Fujimori, señaló en declaraciones a El Comercio, que son los integrantes de las juventudes del partido Fuerza Popular los que ejercen de community manager de las cuentas, algo curioso teniendo en cuenta que a esta organización de entusiastas geeks naranjitas no aparecen ni por asomo por las redes sociales.

Pero ¿puede un preso tener acceso a este tipo de páginas? Según lo estipulado en las condiciones y reglas de la red social Twitter, no existe mayor restricción que las estipuladas por las propias normas del país en el que reside el usuario.

Para el jefe del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) 'técnicamente' Fujimori no está impedido de poseer cuentas, total, Montesinos también lo hace. ¿Qué cosa?

"Sobre el tema concreto de que si puede o no usar Facebook, Montesinos lo usa (…) Técnicamente, no está prohibido a menos de que ingrese una grabadora o un celular para transmitir sus mensajes", señaló en Exitosa.

Tenga o no razón Pérez Guadalupe, lo cierto es que esto da cuenta de un posible vacío legal respecto al uso de este tipo de medios y permitiría que Fujimori continúe teniendo una tribuna abierta para dar mensajes que podrían relacionarse claramente a un discurso político.

El ministro de Justicia, Daniel Figallo, señaló que por lo menos el uso debe ser regulado pero que los penales tampoco deben ser considerados 'hoteles'.

"Las personas que han cometido delito y están privadas de su libertad tienen derechos limitados o sino convertimos las cárceles en unos hoteles", enfatizó.