Luego del vergonzoso espectáculo que encabezó junto a los miembros de su bancada en la Comisión de Fiscalización, el expresidente Alejandro Toledo se dirigió a la prensa desde el Congreso de la República haciendo gala de un histrionismo y un sentido del humor forzado que no hizo reír ni a los partidarios que lo rodeaban. 

El exmandatario intentó dar a entender que prácticamente le había hecho 'el favor' al Parlamento y al país al suspender sus responsabilidades profesionales en el extranjero para venir a responder por el caso Ecoteva, olvidándose tal vez que se encuentra en el mismo en calidad de investigado.

"He venido, he suspendido mis responsabilidades en Rusia, en la República Checa, en la China, para poder regresar. Veintiséis horas de vuelo con mi esposa que tiene un problema de salud porque he venido leyendo a través de los medios digitales un linchamiento mediático extraordinario", expresó.

"Ellos tienen sus reglas de juego y sus normas, pero que quede claro, Alejandro Toledo no se corre. No se asila en ningún país. El único lugar donde puedo asilarme es en Cabana"

"He venido a decirle a la Comisión de Fiscalización que discrepo con la decisión de aperturarme una investigación, pero lo respeto. Y he venido a expresar con mi presencia la voluntad de colaborar con todo lo que se crea conveniente. Y voy a venir cuantas veces me cite la Comisión, espero que no me cite mucho", señaló.

Finalmente, y como era previsible, el expresidente se quejó por no haberlo dejado hablar.

"Me hubiera gustado estrechar la mano de cada uno de los miembros de la Comisión, pero ni siquiera eso se me ha permitido. No me han dejado hablar. Quería, en una carta que envié al presidente de la Comisión, le pedí veinte minutos para expresar mi opinión y mi deseo de colaborar y no me han dejado ni siquiera saludar", lamentó.

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