¿Es o no monopolio?
Continúa el debate por la concentración de medios por parte del Grupo El Comercio.
Todo indica que la 'novela de Epensa' dejó secuelas. Con la adquisición del 54% de sus acciones de Epensa, el Grupo El Comercio cuenta ahora con el 78% del mercado de diarios. Lo que en opinión del director del Grupo La República (GLR), Gustavo Mohme Seminario, podría resultar en un abuso y contravenir el orden constitucional. "Cuando tú manejas el 70% de la publicidad de la prensa, puedes establecerle barreras a los otros medios, condiciones a los anunciadores. Hay una serie de cosas que se pueden hacer, no digo que necesariamente se hagan, pero eso deja a la competencia en una situación de permanente amenaza", dijo Mohme en su diario.
“Se podrá decir que, para evitar estas amenazas a la competencia, hay organismos como Indecopi, pero eso lleva al segundo problema: ¿cómo enfrentarse al enorme poder político de un grupo periodístico con una concentración tan alta? Con ese poder se podría destruir políticamente a la entidad que quisiera regularla. Peor aún, ese tamaño convertiría a ese grupo en el gran elector, con la capacidad de inflar o liquidar candidaturas, humanizándolas o ‘deshumanizándolas’, según su conveniencia particular”, dice por su parte el periodista y presidente de Ipys, Augusto Álvarez Rodrich.
Al respecto, el presidente ejecutivo de Epensa, Luis Agois Banchero, dijo hoy que es tendencioso decir que el mercado de diarios es patrimonio exclusivo de los grupos El Comercio, Epensa y La República. Y recuerda que en Lima circulan 28 diarios. “En cada ciudad del interior compiten además diarios locales que son los que tienen supremacía sobre los diarios limeños. Mohme como empresario periodístico sabe que esto es así. Intentar demostrar lo contrario me parece una manipulación impresentable. En un mercado tan diverso no existe posibilidad de monopolio”, dice.
Además recalca que Epensa será la única responsable de generar, editar y publicar contenidos en los medios que maneja. Sin embargo, para Rosa María Alfaro, comunicadora y ex directora de la Asociación de Comunicadores Calandria, esta declaración no basta para garantizar la pluralidad: “No es suficiente. Justamente porque lo que importa es lo económico. ¿Quién paga a los periodistas? Ellos. En el fondo es bien difícil pensar que se está ganando pluralidad cuando en realidad se está restringiendo la pluralidad. Aquí se trata de una concentración de propiedad y es negativo porque lo que ocurre es la concentración en el campo mediático y es una situación difícil porque es mejor mantener a los periódicos con su propia libertad”.
“Es en la libertad de expresión donde está el problema principal, pues una cosa es que a un periodista lo boten de un diario, y otra que discrepar con un dueño prepotente implique el veto en diez diarios, dos canales y varias radios. ¿Algún periodista del grupo El Comercio opinaría contra esta concentración?”, se preocupa Álvarez Rodrich.
Mientras tanto, Alfaro indica que el porcentaje que ahora tiene el Decano constituye un daño a la democracia mediática: “El Comercio es un medio sumamente extraño porque tiene dos tipos de opiniones, dos tendencias que no se entienden en lo político, pero sí se entiende en lo económico y eso hace ver que es la cuestión económica la que domina y no la calidad de la oferta”.
Pero Agois insiste. “Hay una gran cantidad de medios y acceso irrestricto a ellos: existen 7 canales de señal de televisión abierta nacional y varios canales de señal abierta en provincias, 1,100 estaciones de radio, 8 canales de noticias en cable, 28 diarios en Lima y 48 en provincias y una infinidad de páginas de información web en adición a las redes sociales como Twitter y Facebook e infinidad de oferta informativa digital”, agrega Agois.
Por su parte, Gonzalo Zegarra Mulanovich, presidente del Consejo de la Prensa Peruana y director de Semana Económica, dice que el debate que se ha generado sobre este tema que se deriva de un artículo constitucional explícito que carece de una ley de desarrollo constitucional.
“Es un tema que involucra fibra tan esencial para la libertad de expresión que hay que llevar ese debate con calma y sin guiarnos por cuestiones coyunturales. Es decir, está bien que una situación concreta traiga a la luz el tema, pero ésta no debe ser el parámetro con el que se regule, porque la regulación debe ser permanente”, dice.
Si se regula de manera rápida, sin reflexión “tenemos un mono con pistola, que le interesa más bien acallar voces”, dice Zegarra. “Esto tiene un ámbito constitucional, legal y un marco regulatorio económico. La regulación debe darse desde los propios medios”, añade.
Relacionados en La Mula:
Escrito por
Editor en La Mula. Antropólogo, periodista, melómano, viajero, culturoso, lector, curioso ... @tinkueditores
Publicado en
Aquí se publican las noticias del equipo de redacción de @lamula, que también se encarga de difundir las mejores notas de la comunidad.