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¿Vacas flacas, gordas o robustas?

La economía peruana se debate en un escenario internacional que no termina de alzar vuelo y las declaraciones del presidente y el ministro de Economía no contribuyeron a crear un clima de calma la última semana.

Publicado: 2013-08-20

El apocalíptico "ya llegó la crisis" del presidente Ollanta Humala, seguido del "se viene épocas de vacas flacas" del ministro de Economía, Luis Miguel Castilla, causaron zozobra en políticos, empresarios y la sociedad en su conjunto, la semana pasada.

Desde las más altas esferas reconocían que la economía peruana empezaba a enfriarse, una advertencia del Gobierno que más que creer nerviosismo entre los inversionistas, en el fondo buscaba poner coto a los crecientes reclamos de diferentes sectores del Estado por aumentos salariales.

Al Gobierno el tiro le salió por la culata. En un contexto internacional incierto, con la producción local creciendo por debajo de los estimados, las exportaciones en franca caída y la confianza empresarial que aún no se recupera, lo que era una advertencia para unos se metamorfoseó en una señal negativa para los inversionistas, cuyo impacto deberá medirse más adelante.

Presidente y ministro prevenidos del peso de sus palabras se apuraron a señalar que se habían malintepretado sus declaraciones. Castilla matizó hoy la métafora. "Las vacas están menos robustas, pero siguen sólidas".

Pero la verdadera boya de auxilio les fue lanzada desde el extranjero. La agencia Standar & Poor´s -que aunque perdió credibilidad a raíz de la crisis financiera del 2009 continúa teniendo una influencia gravitante en los inversores internacionales- elevó la calificación crediticia de Perú.

Los argumentos de la calificadora de riesgo fueron una serenata para los oídos del Gobierno. Perú ha reducido su vulnerabilidad a los choques externos y posee ahora una mayor capacidad para mantener un crecimiento estable sobre la base de su dinámica interna, dijo Standar & Poor´s.

¿Cómo andan nuestras vacas?

El crecimiento de la producción de mayo y junio (4.8% y 4.4%) por debajo de las expectativas de los analistas, ha sido recibido con serenidad por el Gobierno, aunque, eventualmente, podría obligar al MEF a reducir sus expectivas de crecimiento del PBI cifradas en 6% este año.

Aunque lo cierto es que aunque la economía creciera por debajo de la barrera del 6%, a Perú le bastaría una tasa de 5% para conseguir el segundo mejor resultado en América Latina, según las proyecciones del FMI.

Algunas cifras del BCR respaldan la solidez de la economía local: la inversión pública crecerá 13,2%, cifra menor al 20,8% del 2012. La inversión extranjera directa crecerá a US$ 10.841 millones, monto menor al del año pasado (US$ 12.240 millones) y la inversión privada se incrementará US$ 9.920 millones este año, 15% más que el año pasado. 

La inflación se encuentra controlada, y regresará al rango meta (entre 1% y 3%) en el segundo semestre del año, según el banco estatal, la morosidad no preocupa al sector financiero y los créditos de la banca paulatinamente tendrán que asumir el retiro del plan de estímulo monetario anunciado por la FED, con un encarecimiento del crédito que aún no se registra. Dicho de otro modo: estamos lejísimos de un escenario de crisis, pero no es descabellado apuntalar la palabra desaceleración.

La marea foránea

Entre las grandes economías del mundo la marea anda tan movida que desde el año pasado hasta el último mes de julio, el FMI modificó cinco veces su pronóstico para el crecimiento económico mundial.

La recesión en la anémica Eurozona y la desaceleración en las economías emergentes de China, India, Rusia y Brasil obligó al fondo a rebajar sus previsiones de crecimiento mundial de 3,3% a 3,1% para este año y de 4% a 3,8% para el próximo.

El Perú no es ajeno a un descalabro de la economía mundial -en el 2009 el expresidente García dijo que estábamos blindados contra la crisis y la economía pasó de crecer casi 10% en el 2008 a menos de 1% al año siguiente-.

Al igual que en 2009 es el canal exportador, a través del cual se siente los primeros efectos negativos del menor crecimiento mundial. La proyección del Banco Central y del gremio exportador ADEX cifran una caída de las exportaciones de 3,5% y 6.1%, respectivamente para este año. El MEF cree que descenderán en 2%, comparadas siempre con lo reportado el año precedente.

Más que un efecto, la causa de la caída de la balanza exportadora es el descenso del precio de los metales- éstos representan el 60% de nuestra canasta exportadora-. Al haber una menor cotización internacional y aumentar los costos de la producción, también cayeron los volúmenes del sector minero.

Este escenario provoca menores ingresos por canon que, según las noticias, originarán en las próximas semanas protestas sociales en las regiones del sur afectadas por el recorte. Pero un elemento adicional es la reforma en el modo de distribución del canon emprendido por el Ejecutivo, que según los detractores concentra un mayor porcentaje en el Gobierno central.

En un punto coinciden todos los especialistas, a estas alturas el piloto automático no alcanza. El Gobierno deberá agilizar sus medidas para impulsar la inversión privada y alentar la demanda interna, y con una mirada más de largo plazo dejar la retórica y apuntalar medidas concretas para diversificar la economía que reduzca nuestra dependencia de los minerales.


Escrito por

Enrique Larrea

Editor y periodista. Escribo informes, reportajes y crónicas que han aparecido en diferentes diarios. Formo parte del equipo de La Mula.


Publicado en

Redacción mulera

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